Terminó la cuenta atrás. Después del curso más extraño de sus vidas, los estudiantes gallegos de segundo de bachillerato se enfrentan este martes a la Avaliación de Bacherelato para o Acceso á Universidade (Abau). Esta edición, marcada por la pandemia del coronavirus, se presenta como una de las más multitudinarias de la historia reciente, al incrementarse exponencialmente el número de alumnos matriculados.
La Comisión Interuniversitaria de Galicia (Ciug) informó de que, en total, hay 14.555 estudiantes inscritos, lo que significa, en porcentaje, un 27,7% más que en el año 2019. De este total, 1.750 se anotaron en el plazo anticipado, del 1 al 17 de junio. Estos son los que suspendieron la Abau en años anteriores, los que aspiran a mejorar nota o los titulados superiores de FP que quieren seguir sus estudios. Los restantes 12.805 se apuntaron en el plazo ordinario, entre el 10 y el 17 de junio. Estudiantes, estos, que acaban de terminar el instituto. Asimismo, las cifras en las cinco comisiones delegadas de Pontevedra, Vilagarcía y Marín suman 1.651 matrículas, es decir, 1.383 más que en la pasada edición.
Las pruebas de acceso a la universidad, que dan comienzo este martes y se extenderán hasta el próximo jueves, serán las más singulares que se recuerdan. La "nueva normalidad", que llegó para quedarse tras la pandemia del coronavirus, ha obligado a incrementar el número de sedes que acogerán las pruebas este año, necesarias para garantizar que se cumple con la distancia interpersonal de 1,5 metros exigida.
En la ciudad del Lérez, entre las 16 sedes que están operativas, la Facultad de Ciencias de la Educación e do Deporte acoge a 370 alumnos, en tanto que la Escuela de Enxeñaría Forestal a un total de 279 y la Facultad de Ciencias Sociais a 225. A estos edificios se les sumaron el pabellón de A Raña, en Marín (para el alumnado de Marín y Bueu) con 150 personas y Fexdega para el de O Salnés, con otras 550. Los estudiantes con discapacidad o necesidades especiales se examinan en el colegio Santiago Apóstol de la ONCE.
Los estudiantes accederán a las instalaciones manteniendo la distancia interpersonal y provistos de una mascarilla
Los protocolos anti-covid establecidos, además de la ya comentada reducción en el menor número de alumnos por aula, pasan por la multiplicación de la cifra de docentes y vocales, el acceso secuenciado a los centros, y el uso de mascarillas y de geles desinfectantes.
El papel del profesorado será, en esta edición, especialmente importante. Los docentes son los encargados de controlar el flujo de movimiento en los pasillos y descansos, ya que deben vigilar que se cumplen con los circuitos de movilidad establecidos en el interior de los centros.
Los estudiantes accederán a las instalaciones formando colas y manteniendo la distancia interpersonal, provistos, en todo momento, de una mascarilla. Una vez en las aulas, podrán desprenderse de la mascarilla, pero se sentarán dejando entre ellos tres pupitres de separación por fila y de modo escalonado con respecto a los espacios de atrás. Se garantizará, además, la existencia de geles hidroalcohólicos (recomendado el uso individual), mascarillas de repuesto y bolígrafos desinfectados de sustitución en cada sede.
En cuanto al material propio, todos los alumnos llevarán sus objetos personales, como las mochilas, consigo. Al comienzo de la pruebas estos quedarán a la vista de los docentes y todos los dispositivos electrónicos deberán estar apagados. Para el control del tiempo se colocarán relojes bien visibles en todas las aulas.
Este año el modelo de examen será diferente con respecto al de ediciones anteriores, primando la mayor opcionalidad en las preguntas. Se ofrecerá, por tanto, una única propuesta de examen con varias preguntas y el alumnado tendrá que responder a un número previamente determinado de las mismas. De esta manera, "sempre podrá alcanzar a máxima puntuación na proba, con independencia das circunstancias en que pudiera ter acceso ao ensino durante a suspensión da actividade lectiva presencial", dicta la resolución. Es decir, aunque no respondan al bloque de contenidos del tercer trimestre, impartido de forma telemática.
HORARIOS. El horario en el que se están celebrando las pruebas, también sufrió modificaciones. Las materias troncales, que habitualmente aglutinan a más gente, se fragmentaron en dos días. De esta manera, martes por la mañana, a las 10.00, tiene el lugar el examen de Historia de España y, a las 12.00, el de Lengua Castellana y Literatura. Por la tarde, Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales o Fundamentos da Arte II , a las 15.30, y Economía da Empresa o Deseño.
El miércoles será el turno de Lingua Galega e Literatura II (9), Primeira Lingua Estranxeira II (11), Matemáticas II o Latín II (13); Debuxo Técnico II, Artes Escénicas o 2ª Lingua Estranxeira II (16) y Química o Grego II (18).
Por último, el 9 de julio Bioloxía, Historia da Arte, Física, Xeografía, Cultura Audiovisual II, Xeoloxía e Historia da Filosofía.
