Unos obreros contratados por la Consellería de Infraestruturas e Vivienda, a través de la Axencia Galega de Infraestruturas (AXI), dieron comienzo el miércoles a las obras de mejora del puente de A Barca mediante el desmontaxe de la marquesina para su posterior renovación.
La Xunta recalca que, con esta intervención, está siguiendo la programación prevista, planificada de tal manera que permita compatibilizar la intervención con la circulación de vehículos y peatones, provocando la mínima afección posible.
El Ejecutivo autonómico realizó un profundo análisis y revisó toda la estructura del puente, del que resultó el proyecto que se presentó a los ayuntamientos beneficiados, Pontevedra y Poio, y que se está acometiendo.
Estas obras en la carretera PO-531 fueron adjudicadas a la empresa Civis Global, S.L.U. por un importe cercano al millón de euros.
Las actuaciones supondrán la renovación de la marquesina que protege las aceras mediante la construcción de una nueva estructura de madera, con un tratamiento protector, que estará especialmente diseñada para evitar la acumulación del agua. La cubierta será de aluminio para evitar un rápido deterioro y garantizar la mayor resistencia.
En esta obra se emplearán materiales más duraderos y en sintonía con el medio ambiente, de una manera integrada con el paisaje. En este sentido, las acciones a acometer son resultado de una evaluación por parte de técnicos especialistas en ofrecer soluciones duraderas en este tipo de estructuras y con la utilización de materiales tradicionales, como la madera.
Además, se llevarán a cabo otras acciones importantes para la conservación del propio puente para incrementar su vida útil, como el sellado de fisuras, la mejor evacuación de las aguas, la reparación de las alcantarillas o el repintado de la estructura.
El proyecto también contempla la iluminación del puente y de la carretera con proyectores led, que mejorarán la estética, realzando la estructura, y conseguirán una mayor eficiencia energética.
CONFLICTO POR LOS PLAZOS. El inicio de estos trabajos estuvo aparejado de un cierto conflicto con el Gobierno local de Pontevedra, receloso de que las obras pudiesen tener un efecto negativo en plena Semana Grande de las Fiestas de A Peregrina.
Finalmente, la tensión se suavizó al pactar que el inicio de los mismos tuviese lugar justo al término de las celebraciones.
