Los buenos aficionados saben del silencio como la mejor música para el toreo. Y silencio es lo que hay precisamente en estos momentos ante la posibilidad de que el empresario de la Plaza de Toros de Pontevedra, Eduardo Lozano, pueda confirmar la realización de una corrida de toros coincidiendo con el día de la Peregrina, el próximo 9 de agosto, algo que ya había adelantado él mismo a este medio el 18 de abril en plena pandemia y con un escenario de luto y dolor.
"Hasta un mes antes del festejo podríamos esperar, a mí me llega para organizar esa corrida a la que todavía hoy no queremos renunciar", afirma Eduardo Lozano, para manifestar así el deseo de empresa y de todos los protagonistas del orbe taurino por sacar los alamares del armario y poder disfrutar, no solo de la fiesta, sino de lo que es su trabajo y sustento, el cual ya pueden entender ustedes en qué situación se encuentra cuando a estas alturas de la temporada ni ha arrancado ni tiene visos de hacerlo, hasta precisamente ese mes de agosto. Un mes que comienza a vislumbrarse como el escenario más idóneo para el regreso de los toros, como así manifestaba Enrique Ponce en la revista taurina Aplausos, comprometido ya en la jienense plaza de Navas de San Juan, para lidiar en solitario, y al que tal y como se vayan despejando las dudas de este momento, se le irán sumando diferentes convocatorias de un sector, como tantos otros, muy necesitado de comenzar a activarse.
Y son esas dudas las que tienen al aficionado taurino de Pontevedra en ascuas, ya que para resolverlas se quiere esperar a que se superen estas fases de desescalada y en la normalidad, o nueva normalidad, allá ustedes con los palabros, poder desentrañar las claves para celebrar esa corrida de toros en el coso de San Roque.
"A finales de mes me pondré en contacto con las autoridades sanitarias para conocer la posibilidad de llevar a cabo esa tarde de toros en Pontevedra y en qué condiciones hacerlo. La salud lo marcará todo, y ahí las autoridades nos hablarán de posibles riesgos y del aforo al que nos tendremos que atener. Dependemos plenamente de ellos ante cualquier decisión", afirma Eduardo Lozano, poniendo en esa comunicación el futuro de los toros en Pontevedra, que podrían verse interrumpidos por primera vez en muchísimas décadas, ya que ni durante la gripe española de 1918, ni en el transcurso de la Guerra Civil, ni a lo largo de los sucesivos cambios en la gestión de la Plaza dejó de haber algún espectáculo taurino en la ciudad.
NO AL 30% DEL AFORO. El propio empresario empieza a ver, pese a su ilusión y ganas por celebrar dicho festejo, ese evento como "complicadillo, aunque la esperanza es lo último que se pierde", ya que además del permiso para el espectáculo el otro inconveniente podría ser el aforo permitido, porque "si se habla de un treinta o cuarenta por ciento del aforo, como en otros espectáculos, pues no podría ser viable", remata Eduardo Lozano, que lo fía todo a esas decisiones administrativas y sanitarias, ya que "por parte de los protagonistas no habría ningún problema, y es que tanto toreros como ganaderos están deseando comenzar, son todo facilidades para que echemos a andar, pero como te decía dependemos de las autoridades".
De nuevo volvemos al silencio, a la larga espera hasta que se hagan efectivas las decisiones necesarias para conocer si Pontevedra volverá a tener toros en el día de su fiesta grande, que sin toros sería menos fiesta, pero que ante la situación imprevista deberá actuar conforme a lo que se diga desde el ámbito sanitario.
En ellos quedan depositadas las esperanzas de los aficionados de Pontevedra, mientras, el silencio, con su música callada, nos acompañará hasta esa resolución.
