Desde la salida del primer y más duro confinamiento por la covid, la compraventa de vivienda no ha hecho más que crecer. La tendencia se mantiene en ascenso hasta el punto de superar el número de ventas de antes de la pandemia. Así, si en febrero de 2020 se firmaban 563 contratos de compraventa de viviendas, en los datos que ofrece en Instituto Nacional de Estadística (INE) para julio de 2021 se registraban 594 compras, 31 más que el mes anterior al decreto del estado de alarma.
El sector inmobiliario de la ciudad constata este crecimiento. "Seguramente podramos equiparar la situación actual a la que vivíamos antes de la pandemia y, además, el verano es una época en la que se producen más compras, viene gente de fuera, hay más movimiento y se vende más", apunta Jorge González, de Inmobiliaria Pedrosa.
En cuanto al perfil de los compradores, son personas de entre 30 y 50 años, normalmente familias con hijos. "Muchas de ellas, con los niños más pequeños, buscan casas, y otras, con los hijos más mayores, optan por pisos en la ciudad", señala.
Entre las novedades que trajo la pandemia se encuentra también un nuevo perfil de comprador. "Hay personas que vienen de grandes ciudades como Barcelona o Madrid porque están empleadas en compañías que les permiten el teletrabajo y prefieren vivir aquí, y también hay personas de Vigo a las que les gusta la calidad de vida de Pontevedra y van y vienen todos los días", explica González.
En cuanto al tipo de vivienda, se vende más la de segunda mano. Por un lado, porque hay un mayor parque de vivienda usada y, por otro, porque es más económica. "Lo bueno de la vivienda de segunda mano es que los compradores pueden beneficiarse de ayudas y bonificaciones y, además, hay muy pocas viviendas de obra nueva", apunta. Del mismo modo, las nuevas promociones inmobiliarias tienen casi la totalidad de los pisos vendidos antes incluso de comenzar la obra. "La vivienda de segunda mano te permite entrar a vivir en el momento", cuenta.
Hipotecas más pequeñas
201
El mínimo en la compraventa de vivienda se alcanzó en julio de 2013, cuando se vendieron solo 201 viviendas en la provincia. Ni siquiera durante el confinamiento se produjo un bajón tan grande, con un mínimo de 300 compras en mayo de 2020.
"Lo que hemos aprendido de la crisis del 2008 es a no endeudarnos tanto, ahora la gente viene con el 20% del valor del piso ahorrado y un 10% reservado para impuestos", indica González.
