El Concello adopta nuevas medidas contra la sequía: "A chuvia de dous días non resolve o problema"

El Lérez ha recuperado el tono, pero las previsiones meteorológicas obligan a seguir reduciendo el consumo.  Pontevedra cierra las fuentes ornamentales y pulsa el agua de O Pontillón
Présa do río Lérez, no que o caudal de auga é baixo a causa da seca. B. CÍSCAR
photo_camera Presa del río Lérez, con bajo caudal de agua debido a la escasez de lluvia. B. CÍSCAR

El Concello de Pontevedra anunció este miércoles por la mañana su decisión de adoptar nuevas medidas contra la sequía. Entre ellas, el cierre de las fuentes ornamentales, la suspensión del riego en los campos de fútbol y el envío masivo de cartas a todos los abonados del sistema de abastecimiento de agua con recomendaciones básicas para reducir el consumo.

Las lluvias registradas en los últimos dos días han supuesto un balón de oxígeno para el río Lérez, cuyo caudal ha crecido cerca de un 50% en las últimas horas (hasta alcanzar los 2,8 metros cúbicos por segundo). Sin embargo, según indicó la concejala responsable del Ciclo da Auga, Carme da Silva, se trata de una "situación excepcional" y una suerte de "espellismo" que ni mucho menos garantiza el suministro para lo que resta de verano. "A chuvia de dous días non resolve o problema da sequía", subrayó la nacionalista en una rueda de prensa celebrada en el Consistorio.

La situación de sequía prolongada y las previsiones meteorológicas para los próximos 15 días, "que non son nada boas", también han llevado al Concello a pulsar el estado del agua embalsada en O Pontillón, la principal reserva a la que se echaría mano en caso de que el Lérez ya no sea capaz de surtir al sistema.

El resultado de los análisis es que el agua está en condiciones "óptimas para ser utilizada", aunque por el momento el río capitalino sigue aguantando el tirón "e garantindo o abastecemento".

Da Silva incidió en que los niveles de consumo demuestran que los concellos de la cuenca del Lérez (Pontevedra, Poio, Marín, Bueu y Sanxenxo) están haciendo esfuerzo de contención. Entre el 20 de junio y el 15 de agosto el conjunto de municipios gastaron una media diaria de 34.816 metros cúbicos, que son 2.700 más que hace un año, pero con la diferencia de que tanto Poio como Marín y Bueu tienen que tirar más este año del Lérez. Los manantiales a los que suelen recurrir "non están na mesma situación" y la mayor parte acusan la sequía prolongada.

En el caso particular de Pontevedra, que se abastece exclusivamente del Lérez, el consumo incluso bajó respecto al año pasado, alcanzando en ese mismo intervalo un promedio diario de 14.225 metros cúbicos (600 menos). 

No obstante, Da Silva volvió a hacer un llamamiento a "particulares e empresas" para que reduzcan sus consumos. Según añadió, "a situación é moi seria", sin precedentes conocidos, y si persiste obligaría a tomar medidas más contundentes. Por ejemplo, reducir la presión del agua, y en caso extremo, proceder a cortes de agua. 

En la actualidad, aparte de las nuevas medidas anunciadas, Pontevedra seguirá con las directrices adoptadas cuando se declaró la situación de prealerta por sequía el pasado 22 de julio. Tanto las que afectan a particulares (como la prohibición de utilizar el agua de la traída para llenar piscinas, lavar coches o regar jardines) como las que afectan al plano municipal (y que implican la limitación del baldeo de espacios públicos o la reducción del riego de jardines).

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