El Concello confía en trasladar la feria ambulante a Campolongo en octubre

La reubicación del mercadillo ambulante de Rafael Areses está pendiente de una reunión entre tres concejalías, dos del PSOE y una del BNG
Feria celebrada en Campolongo en 2019. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Feria celebrada en Campolongo en 2019. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El Concello confía en trasladar la feria ambulante de Rafael Areses a Campolongo a lo largo del próximo mes de octubre. La reubicación está pendiente de una reunión entre tres concejalías, dos del PSOE y una del BNG, para cerrar los flecos de un proceso que el sector lleva reclamando desde antes de que se declarara la pandemia del coronavirus. Al encuentro asistirán los departamentos de Promoción Económica, Medio Natural y Espazos Públicos.

La mayor parte de los ambulantes apoya la iniciativa de mudarse al centro de la ciudad. Y lo hace con la esperanza de aumentar las ventas del mercadillo, tal y como ocurrió en mayo de 2019, fecha en la que la feria se celebró de forma provisional en Campolongo por el Mundial de Triatlón. Aquella experiencia satisfizo al sector, que inició una recogida de firmas para reclamar al Concello que mantuviese el barrio como sede definitiva.

"Está claro que moverse al centro va a suponer una mejora para la feria, pero también para los negocios que hay en Campolongo. Porque allá donde hay una feria, la actividad comercial y económica mejora", explicó este viernes la concejala de Promoción Económica, Yoya Blanco, que recordó que el traslado de la actividad ambulante irá acompañada de una serie de normas y requisitos que, a grandes rasgos, ya se están cumpliendo en la zona de A Xunqueira. Entre ellos, el orden y la limpieza.

ADJUDICACIÓN. El regreso del mercadillo al centro se acelerará debido a las obras del parque de juegos de agua previsto en Orillamar. El Concello está pendiente de formalizar la adjudicación de los trabajos a la empresa Vortex, la única que se presentó a esta licitación. La firma, con sede en la localidad valenciana de Silla, ejecutará el proyecto por 374.640,20 euros (IVA incluido), lo que supone 374,86 euros menos de lo presupuestado inicialmente.

La instalación infantil contará con juegos accesibles y pensados para distintas edades. También habrá áreas diferenciadas: una con juegos de texturas de agua suave, otra interactiva con chorros y una tercera con efectos visuales y de mayor caudal. El proyecto también contempla la creación de una zona deportiva y de fitness al aire libre.

La obra implicará el ajardinamiento del entorno del Parque de Rosalía de Castro, la instalación de mobiliario urbano y nuevos sistemas de riego e iluminación. El alumbrado estará situado en el suelo, lo que permitirá usar distintos colores en la zona de chorros.

La superficie del recinto estará en ligera pendiente para evitar que se formen charcos. El pavimento de las áreas húmedas será impermeable y antideslizante, para prevenir resbalones, y con una rugosidad mínima para facilitar que los usuarios puedan estar descalzos con comodidad.

El perímetro del parque estará cerrado por una malla metálica y con postes de tubo de acero.

Los puestos llevan al lado del río desde 1988
El Concello trató de trasladar el mercadillo ambulante en 2016 de Rafael Areses a los antiguos terrenos de Tafisa. Pero el sector rechazó la propuesta tras ofrecer otra alternativa: ir a la Alameda o regresar a Barcelos, lugar en el que empezó a celebrarse la feria. Dejó de hacerse en esta plaza en mayo de 1988 tras una polémica resolución del entonces alcalde, José Rivas Fontán, que llevó los puestos a la zona de A Xunqueira, al lado del río Lérez. La feria cuenta en la actualidad con 56 puestos. La mayor parte de ellos están dedicados a la venta de ropa y otros artículos textiles.

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