La Xunta de Goberno local dio este martes salida a una triple negociación con las administraciones estatal, autonómica y provincial con el objeto de iniciar de una vez por todas la mejora del barrio de Mollavao.
El proyecto es resultado de "meses de estudo" y pretende incorporar esta parte de la ciudad a la trama urbana "cos estándares do modelo Pontevedra", informó este martes la portavoz accidental del Gobierno local, Anabel Gulías.
La actuación comprende la humanización y limitación de la velocidad en la carretera PO-546 (Rosalía de Castro), entre la rotonda de Fernández Ladreda y la parcela en la que se instalan los circos. Para ello, el Concello solicita a la Consellería de Infraestruturas la cesión de este tramo, cuya longitud ronda el medio kilómetro. Anteriormente, la Administración local realizó distintos intentos para que el propio Ejecutivo gallego instalara medidas de calmado del tráfico y de mejora de la accesibilidad en este trayecto, donde se sitúan un centro escolar de Infantil y Primaria y el Centro de Especialidades de Mollavao. Sin embargo, la Xunta nunca llegó a aceptar la encomienda, escudándose en que ese tratamiento no se correspondía con la naturaleza de la vía. "Daquela xa insinuaba que era conveniente a transferencia da titularidade, polo que decidimos solicitala co fin de colocar esta zona ao mesmo nivel que outras da cidade", explicó Gulías.
La previsión es ampliar aceras, instaurar un único carril de circulación en sentido único, colocar pasos sobreelevados y reducir la velocidad al máximo de 30 kiló- metros por hora que rige en el casco urbano.
La segunda línea de negociación va dirigida a la Subdirección General de Dominio Público Marítimo-Terrestre (perteneciente a Costas del Estado), a la que el Concello pide la cesión de parte de la parcela de los circos para construir una rotonda y un nuevo vial que permita conectar la carretera vieja de Marín con la avenida de Marín, "permeabilizando o barrio".
En la actualidad el Gobierno local tiene autorización para utilizar la parcela como aparcamiento disuasorio en superficie. Sin embargo, ahora solicita una cesión definitiva de 3.364,41 metros cuadrados para llevar a cabo ambas actuaciones, "deixando unha franxa de protección de 300 metros a cada lado".
Finalmente, la Xunta de Goberno local acordó instar a la Deputación a firmar un convenio para que ambas administraciones asuman la financiación de la obra. Las cuantías todavía están por concretar y dependerán del proyecto de ejecución, que está previsto que se redacte durante los próximos meses.
APUESTA POR EL BARRIO. Gulías incidió en que el comienzo del proyecto va revestido de una "gran complexidade", ya que implica poner de acuerdo a tres administraciones distintas. No obstante, subrayó que se trata del "paso definitivo" para impulsar la reforma de Mollavao y que el Gobierno local es "optimista" en cuanto a plazos y receptividad por parte de las instituciones implicadas: "Hai vontade de todas as partes e confío en que todas sexan igual de áxiles para conceder as autorizacións precisas e poder iniciar a obra".
Además, subrayó la apuesta "decidida" del Concello por Mollavao, "como se deduce dos asiduos contactos que mantén o concelleiro de Obras cos veciños e a inclusión de 100.000 euros no actual orzamento para o barrio".
El proyecto municipal prevé conectar el nuevo vial proyectado en Mollavao con el paseo peatonal de la Avenida de Marín, dando lugar a un nuevo circuito peatonal.
PROTESTAS VECINALES. La actuación comienza su tramitación después de que los vecinos del barrio mostraran su malestar por el cierre del parque infantil llevado a cabo por el Concello para habilitar un skatepark provisional. Ese fue el detonante que llevó a los residentes a demandar una reforma integral, apoyada por los partidos de la oposición.
