El primer parque canino de Pontevedra se atasca en la burocracia. El Concello lleva esperando casi un año por la autorización de la Dirección General de Costas para poder poner en marcha unas obras que cuentan con proyecto y contrato desde septiembre de 2020.
La instalación precisa el permiso del organismo estatal porque ocupará unos 4.300 metros cuadrados de dominio público en los antiguos terrenos de Tafisa, al lado de la avenida de Bos Aires. En dicho solar, situado en una zona próxima al río Lérez, se creará un lugar de paseo y de juego para canes con diversos elementos de ejercicio.
El equipamiento contará con un cierre perimetral de malla traslúcido, pavimento de sabre estabilizado y mobiliario urbano. Habrá bancos, una fuente adaptada para que las mascotas puedan beber agua y papeleras.
El proyecto fue adjudicado la pasada primavera a la empresa Naturgalia por 47.849,69 euros. El diseño del parque canino mantendrá el respeto por el medio ambiente al usar materiales que guarden cierta harmonía con el entorno. La intervención también incluirá la plantación de fresnos.
La Concellería de Medio Natural, que dirige Iván Puentes, asegura que las obras empezarán cuando Costas dé el OK.