El Concello gastará entre dos y cuatro millones más en luz por culpa de la nueva tarificación eléctrica

El actual contrato vence el día 31 y el Gobierno pontevedrés tenía previsto sacar el servicio a licitación, pero "o incremento desmesurado de prezos da luz" hizo que se paralizase el proceso
Trabajadores en las nuevas oficinas municipales situadas en el número 30 de la calle Michelena. DAVID FREIRE
photo_camera Trabajadores en las nuevas oficinas municipales situadas en el número 30 de la calle Michelena. DAVID FREIRE

El Concello de Pontevedra pagará el año que viene entre dos y cuatro millones de euros más por el suministro eléctrico a causa del nuevo modelo de tarificación que entró en vigor el pasado 1 de junio. Así lo indicó este lunes la portavoz del Gobierno municipal, Anabel Gulías, quien precisó que la Administración capitalina ha optado por prorrogar el contrato con la actual suministradora, Iberdrola, pero en lugar de mantener la fórmula del precio fijo que venía rigiendo hasta ahora, se establecerá el cálculo según el precio que alcance la luz diariamente, siguiendo el sistema de los denominados "contratos indexados".

Con todo, el Concello consiguió negociar con la empresa un coste de gestión muy inferior al habitual (de 0,5 euros/megawatio), lo que le supondrá solo 3.500 euros al año por el servicio de gestión, pero aún con esa condición favorable, la Admnistración municipal calcula que gastará entre cuatro y seis millones de euros en 2022 para pagar el suministro eléctrico, cuando el año pasado la suma había sido de 1.780.245 euros, es decir, tendrá que desembolsar entre un 100% y un 200% más.

Tal y como detalló Gulías, el contrato actual con Iberdrola vence el día 31 de este mes y el Gobierno pontevedrés tenía preparado el proceso para sacar el servicio a licitación, pero "o incremento desmesurado de prezos da luz fai que as previsións que tiñamos se quedasen moi curtas" y provocan que "resulte imposible manter as condicións como as temos agora", porque "se o sacasemos a licitación con prezos fixos, o concurso quedaría deserto porque a ningunha empresa subministradora lle interesaría, dado o aumento diario de prezos", indicó la nacionalista. Es por ese motivo que el Concello optó por paralizar el proceso de licitación y negociar la citada prórroga con Iberdrola, con la que tampoco se pudo establecer el sistema de precios fijos "porque as ofertas presentadas un día deixaban de ser válidas pola suba de prezos que se producía ese mesmo día, de tal maneira que ese modelo resultaba inviable".

La portavoz municipal lamentó que ese sobrecoste que tendrá que asumir el Concello para pagar la electricidad que consuma "son cartos que deixaremos de investir en obras públicas e noutros servizos" y todo ello "para que poidan seguir enchendo os petos as grandes multinacionais que comercializan a luz como se fose un ben de luxo".

De hecho, recordó que "se unha Administración pública ten estes problemas para negociar o subministro eléctrico, non quero nin imaxinar os problemas que lle supón ás familias, autónomos e empresas" y añadió que todo esto sucede "a pesar de que en Galiza temos fontes enerxéticas de abondo como para ter que seguir pagando estes prezos abusivos", incluyendo centrales hidroeléctricas y "montes ateigados de aeroxeradores".

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