El Concello de Pontevedra da por hecha la compra del convento de Santa Clara. Así lo confirmó este martes en rueda de prensa el concejal de Urbanismo y Patrimonio Histórico, Xaquín Moreda, que recordó que las negociaciones para la adquisición del cenobio de la Orden de las Clarisas están "bastante avanzadas" tras un un clima de "bo entendemento por ambas partes".
La operación está casi cerrada y solo faltan flecos para su formalización. Aún así, deberán superarse varios requisitos. Uno de ellos es la obtención de la autorización por parte del Vaticano. "Hai que pedir permiso a Roma", señaló el edil del BNG, que indicó que Pontevedra consultó este proceso con la Xunta y que la Consellería de Cultura ha dado el visto bueno a esta compra.
Moreda evitó dar plazos para cerrar el contrato y tampoco precisó el coste para la adquisición del convento de Santa Clara, que se cerró en 2017. Lo que sí aseguró es que el complejo "está en boas condicións", tal y como comprobaron los servicios municipales en una inspección visual en la zona llevada a cabo el pasado mes de diciembre. "Os técnicos comprobaron que o muro de pedra e a igrexa están en boas condicións. O resto do edificio necesita unha rehabilitación, pero non hai humidades e os muros de carga están ben", añadió el edil nacionalista.
Moreda evita anunciar el coste del cenobio, que "está en boas condicións" aunque precisa una reforma
El responsable de Urbanismo y Patrimonio Histórico de Pontevedra, que informó este martes de la operación a la oposición a través de una comisión, afirmó también que deben resolverse otros asuntos para cerrar la compra. Uno de ellos es qué se va a hacer con las tumbas de las monjas enterradas en Santa Clara. La intención inicial es la exhumación y traslado de los restos de estas clarisas a otro lugar. Según Moreda, las lápidas no identifican la identidad de las religiosas.
Otra de las cuestiones que habrá que negociar es el destino de los retablos del convento, que no están en venta. "Hai que ver se quedan aí ou hai unha cesión", explicó el concejal de Urbanismo y Patrimonio Histórico, que recordó que esta decisión también compete a la Xunta, que tiene competencias en la protección de bienes patrimoniales de este tipo.
Una vez que se cierre la compra, que se espera millonaria y que no ha recibido ninguna otra oferta en firme, el Concello abrirá la puerta a distintas alternativas para la conservación de este bien. Una de ellas será la posibilidad de firmar un convenio con otras administraciones. La cesión del inmueble, que podría integrarse en la Deputación o en la Xunta, está sobre la mesa.
