El carballo centenario que el domingo pasado colapsó en la Alameda de Pontevedra formaba parte de los seis árboles que el Concello ya tenía previsto talar este otoño por su mal estado de salud. El número de ejemplares con riesgo de desplome se extrae de una inspección visual preliminar llevada a cabo por la Concellería de Medio Natural, que en diciembre del año pasado encargó un estudio más amplio y detallado para determinar qué especímenes estaban sanos, cuáles precisaban una poda para garantizar su supervivencia y cuántos habría que eliminar.
El estudio de evaluación de riesgos de los cerca de un centenar de árboles de la Alameda, adjudicado a la empresa Arbogal por 7.925,50 euros (IVA incluido), todavía no está finalizado. El gerente de la firma, Faustino Meis, confirmó este lunes a Diario de Pontevedra que las conclusiones del mismo estarán listas a mediados de octubre.
Uno de los motivos que explican esta demora en la entrega del informe al servicio de Parques e Xardíns son las dificultades para encontrar plataformas elevadoras necesarias para rematar la actuación, aún pendiente, en las partes más altas de los árboles. "La primera fase se hizo y está para imprimir", asegura el responsable de la firma, con sede en Poio.
Meis sostiene que la tala es siempre "el último recurso" cuando se trata de árboles y recuerda que estas especies no se comportan igual según las distintas estaciones del año. "El carballo rompió por una herida enorme que originó una gran cavidad. Pero su base era fuerte", recuerda el gerente de Arbogal en referencia a las dificultades que los operarios tuvieron este lunes para cortar el tocón de este ejemplar, ubicado al lado del Palco da Música.
El PP dice que este espacio es "inseguro" y acusa al PSOE de retrasar las cortas y generar "situaciones de peligrosidad para la ciudadanía"
La retirada de los restos de este roble se inició el domingo por la tarde y se finalizó en el mediodía del lunes. Por razones de seguridad, el ámbito permaneció acordonado. El suceso se quedó en un susto puesto que no hubo que lamentar daños materiales ni personales.
Los cerca de un centenar de árboles de la Alameda están numerados y georreferenciados. Todos ellos contarán con una ficha técnica que determinará su estado de conservación. Aunque inicialmente iban a ser seis, los ejemplares que habrá que talar serán al menos cinco. "Podrían ser más o incluso menos", advierte Faustino Meis, que señala que hay especímenes que podrían mantenerse en este entorno natural, diseñado por el arquitecto Alejandro Sesmero, con un mero saneamiento.
La Concellería de Medio Natural, que dirige Iván Puentes, prevé la tala de distintas especies, como tilos. En la Alameda hay plantados cinco tipos de árboles: 50 plátanos, 13 carballos del país, ocho robles americanos, 16 tilos y tres álamos.
La caída de un ejemplar el pasado domingo, la segunda desde septiembre de 2020, llevó al PP a asegurar que este espacio es "inseguro". Su portavoz, Rafa Domínguez, acusó al Gobierno local de retrasar las cortas y generar "situaciones de peligrosidad para la ciudadanía". "Tenemos que dar gracias que este domingo, por suerte, no había en ese momento nadie sentado al lado del árbol", añadió.
El líder del principal partido de la oposición, que ha solicitado una copia del plan de riesgos del arbolado por Rexistro, también criticó "la falta de diligencia y trabajo" del grupo socialista, "que hace poco más de un año anunciaba que recuperaría la majestuosidad de la Alameda del siglo XIX. Y seguimos igual o peor". Aquel proyecto sigue en fase de estudio.
La Concellería de Medio Natural, que dirige Iván Puentes, señala que el plan de inspecciones llevado a cabo en la Alameda se ampliará también a los Xardíns de Vicente, en el Parque das Palmeiras. El objetivo es conocer el estado de salud de los árboles que hay en esta zona, como los cedros del Himalaya, cuyos sistemas de sujeción fueron renovados el año pasado.Los temporales de 2010 y 2017 provocaron daños en estos ejemplares centenarios, incluidos en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras. Los servicios técnicos no descartan ninguna hipótesis sobre la situación de los árboles. La tala no se descarta si hubiese riesgo.
