No tienen capacidad ni competencia. Pero en una crisis sanitaria cuya gestión está centralizada por el Gobierno estatal, una vez más los concellos son los que han tenido que lidiar cara a cara con las consecuencias de la crisis económica y social provocada por el coronavirus. Así, en poco más de dos meses han tenido que exprimir al máximo cada céntimo de las arcas públicas municipales para hacer frente a una grave crisis social y económica que de una u de otra manera ha trastocado los planes de toda la ciudadanía y que ha puesto a los Gobiernos locales al timón para encauzar al barco a buen puerto y lograr que los vecinos y vecinas sufriesen lo menor posible las consecuencias del terremoto de la covid-19.
De hecho, y siempre teniendo en cuenta la ínfima capacidad de inversión con la que cuentan los ayuntamientos en comparación con otras administraciones, como la provincial, autonómica o estatal, algunos municipios han movilizado cifras millonarias para invertir en la pandemia, como es el caso de Lalín, que ha desarrollado un plan integral para el que prevé destinar casi 2,6 millones de euros; Sanxenxo, que ha reservado una partida de dos millones para actuaciones relacionadas con la covid-19; Pontevedra, cuya inversión inicial prevista ronda el millón de euros; Vilagarcía, cuya cantidad de dinero cuantificable hasta el momento rondaría los 800.000 euros; y Marín, que sobrepasa el medio millón de euros.
Otros, con mucha menos población, territorio y capacidad que estos, han realizado una ingente labor de gestión y han conseguido destinar miles de euros para luchar en primera línea contra la pandemia.
Así, removiendo cielo y tierra, los concellos de la provincia de Pontevedra han conseguido desde el minuto uno proteger a la ciudadanía del virus con distintas medidas de prevención que ha supuesto un importante desembolso económico, sobre todo en mascarillas, geles hidroalcohólicos y desinfección de las instalaciones municipales, de las calles y de las aldeas del rural; y refuerzo de la atención social para proteger a los colectivos más vulnerables a la crisis sanitaria.
Cabe resaltar, sin embargo, que las cifras son estimativas y que el gasto para paliar los efectos de la covid-19 aumentan diariamente, por lo que establecer una cifra exacta de gasto público municipal es a día de hoy imposible. Además, los gobiernos locales remarcan que incluso el dinero destinado a algunas áreas es muy difícil de contabilizar, por lo que optan por ser cautos y no ofrecer una cantidad que podría ser errónea.
Llama la atención el incremento en los departamentos de servicios sociales en solo dos meses. Y es que mientras que A Estrada ha duplicado su inversión, de 60.000 a 120.000 euros cada mes; Cuntis, con menos de 5.000 habitantes, destinó 10.000 euros a ayudas directas de emergencia social.
Llama la atención el incremento en los departamentos de servicios sociales
Por su parte, Cerdedo-Cotobade, que también ha incrementado su gasto en emergencia social, puntualizó que este departamento, que tiene un presupuesto anual de algo más de 700.000 euros, está a expensas de ser destinado en su integridad a atender las necesidades de los vecinos en caso de un rebrote.
Por otra parte, algunos municipios, como Forcarei o Silleda, destacan la donación de empresas y particulares, tanto de alimentación como de higiene para las familias de emergencia social que ha supuesto una gran ayuda para combatir a la covid-19.
AYUDAS A EMPRESAS. Una vez atendidas ya las necesidades más urgentes de la ciudadanía, varios municipios han podido hacer frente a líneas de ayuda directa al pequeño comercio, autónomos, pequeña empresa y negocios del sector servicios. Este es el caso de Vilagarcía, que ha invertido 400.000 euros a reactivar la economía local. Silleda ha convocado ayudas dotadas inicialmente en 302.000 euros y ha reservado otros 200.000 para tal fin, si la situación se alargase; Lalín contempla partidas de emergencia a pymes, comercios, hostelería y autónomos por una cuantía de 800.000 euros y Ponte Caldelas, 32.000.
Por su parte, el Concello de Bueu ha hecho especial hincapié en ofrecer ayuda a las personas aisladas por la covid-19. Así, se ha gastado casi 3.000 euros en hacer la compra e ir a la farmacia a estas personas que no podían salir de casa. Y Marín cifra en 300.000 euros el gasto de medidas para la reactivación de la economía local.
Por otra parte, la gestión municipal se ha tenido que adaptar a las nuevas circunstancias, y el equipo de Fernández Lores se ha visto obligado a aprobar los contratos por la vía de urgencia y emergencia para dar celeridad a los trabajos durante la pandemia. Este es el caso del servicio de recogida de la basura, que se ha visto incrementado en 45.000 euros al mes para atender servicios que antes no había, como es la recogida de basura personalizada en los domicilios de las personas que tienen coronavirus.
FALTA DE LIQUIDEZ. Los concellos de la provincia, para aliviar la crisis económica de los comercios y hostelería local, no han dudado en suspender temporalmente el cobro de tasas e impuestos municipales. Ello ha ocasionado en algunos casos una falta de liquidez de los ayuntamientos, que han tenido que recurrir a distintas fórmulas para disponer de dinero que tanto necesitan en este momento. El Pleno de Vilagarcía, por ejemplo, ha aprobado la firma de una póliza de crédito por importe de ocho millones de euros para ir haciendo frente a los gastos extraordinarios de la covid-19 mientras no se recupera la liquidez.
Lalín, por su parte, ha optado por posponer obras y destinar fondos europeos y provinciales que tenía asignados a otras actuaciones para dedicarlas a combatir los efectos de la crisis.
La cancelación de eventos ha hecho también que algunos concellos dispusiesen de un dinero que tenían que haber sido invertido en su celebración. Así, Poio acordó emplear ese dinero, más de 9,000 euros, a fomentar la dinamización de la actividad cultural local y así contribuir a levantar a este sector para el que la crisis ha sido devastadora.
En unas semanas la desescalada habrá terminado, pero el trabajo de los concellos continuará, pero no solo en cuanto a los servicios que ya venían gestionando los ayuntamientos antes de la crisis. Y es que con la covid-19 han surgido nuevas necesidades de gestión. Así, el Concello de Pontevedra explica que tendrá que asumir algunos aspectos como son los aforos de las zonas para las fiestas y vigilar más que nunca la prevención en la atención directa al público en los espacios municipales.
Pontevedra. El Gobierno local pontevedrés destina alderedor de un millón de euros a combatir la pandemia en todas sus áreas. Cerdedo-Cotobade, por su parte, informa de un gasto aproximado de 185.000 euros en cinco medidas: sanitarias, sociales, educativas, laborales y logísticas; mientras que Ponte Caldelas estima unos 98.200 euros, siendo la partida más importante la destinada a ayudas directas a autónomos y pymes, con 32.000 euros. Y Poio supera los 70.000 euros de inversión estimada actual, con una partida de 30.000 euros destinada a emergencia social, unos 35.000 a gastos relacionados con protección, tanto del personal del Concello como de los vecinos y vecinas y adecuación de las instalaciones municipales a las nuevas necesidades; además de unos 9.000 euros a la dinamización de la actividad cultural.
O Morrazo. El gasto del Gobierno marinense asciende a 512.500 euros, donde destaca la partida destinada a la reactivación de la economía local, con 300.000 euros. Por su parte, Bueu estima una inversión de más de 20.000 euros, con un gasto en refuerzo informático y tecnológico para cuestiones relacionadas con el teletrabajo de 5.000 euros y poco más de 4.000 para la desinfección de las calles y espacios de tránsito de los ciudadanos.
O Salnés. Sanxenxo ha reservado una partida de dos millones de euros para actuaciones relacionadas con la covid-19, aunque aclara que parte de este dinero se incluye en actuaciones futuras. Por su parte, la cantidad destinada a combatir la pandemia por el Concello de Vilagarcía está cerca de los 800.000 euros, donde destacan las ayudas directas al pequeño comercio, autónomos, pequeña empresa y negocios del sector servicios, con 400.000 euros.
Caldas y Tabeirós. En las comarcas del norte de la provincia, Caldas y Tabeirós-Terra de Montes, el concello de Cuntis estima una inversión a lo largo de la crisis del coronavirus de 30.000 euros, en la que destacan los 10.000 euros de ayudas directas de emergencia social a familias en situación de dificultad. Por su parte, A Estrada informa de un gasto de unos 300.000 euros para EPIS, desinfección y ayuda social, entre otras; y subraya un aumento de 60.000 euros del Servizo de Axuda no Fogar, que pasa de 60.000 a 120.000 euros al mes. Por último, Forcarei lleva gastado más de 45.000 euros en materiales de protección y desinfección.
Deza. Lalín ha elaborado un plan integral para luchar contra los efectos del coronavirus a corto y medio plazo, al que se destinarán 2,6 millones de euros. Silleda, por su parte, cifra en más de 300.000 euros las ayudas para reactivar la economía pero no dispone de algún otro dato que pueda ofrecer una cifra aproximada de la inversión del Concello.
