El dictamen explica que el penado "hizo pública la condición sexual y el estado de salud (era portador de VIH) de su expareja para que fuese conocido por todos en su ámbito familiar y laboral". Lo hizo después de que ambos mantuviesen en secreto la relación, y lo llevó a cabo mediante "pintadas, carteles o panfletos en los que se incluía la foto de la víctima, así como cartas manuscritas y a ordenador", todo ello acompañado por insultos tales como puto maricón, entre otros. En concreto, el ahora condenado realizó tales fechorías a través de una carta enviada a un bar, mediante un cartel colgado en una marquesina de autobús con pintadas en varias playas, en carreteras y en el hotel spa de Sanxenxo en el que la víctima trabajaba como camarero.
Como consecuencia de los hechos, el citado establecimiento hotelero despidió al denunciante, un despido que fue declarado improcedente y tras el que fue indemnizado pero no readmitido, según detalla la Audiencia Provincial en la sentencia.
Por todo lo ocurrido, además de la pena de prisión, la Justicia impone al autor del delito contra la integridad moral una orden de alejamiento de su expareja y la prohibición de comunicarse con ella a través de cualquier medio por el período de cuatro años.
Junto a ello, deberá indemnizarle con 18.240 euros en concepto de responsabilidad civil.
En el caso que nos ocupa, la validación de la Audiencia da carpetazo al asunto, pues ya no caben recursos ordinarios.