Condenado por plantarle fuego al garaje de su exmujer en Pontevedra

El procesado reconoció que roció la estancia con una mezcla de gasolina y gasoil ► El padre de la mujer escuchó una explosión y consiguió apagarlo, evitando que alcanzase unas bombonas
Edificio de la Audiencia Provincial, sede de la Sección Cuarta. GONZALO GARCÍA
photo_camera Audiencia Provincial de Pontevedra.

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a un año de prisión a un individuo que plantó fuego con una mezcla explosiva de gasoil y gasolina en varios puntos del garaje de la vivienda de su expareja, cuando ya no convivían juntos. El tribunal entendió los hechos, previo reconocimiento de los mismos por parte del investigado, como un delito de daños mediante incendio con riesgo para la vida e integridad de las personas. El fallo incluye, además, una orden de alejamiento de su excompañera sentimental por un período de dos años, además del pago de los desperfectos causados por las llamas, que, gracias a la actuación del exsuegro del procesado, no fueron muy cuantiosos.

Los hechos, según recoge el dictamen que firma María Jesús Hernández Martín, se produjeron sobre la una de la madrugada del 23 de diciembre de 2018, cuando el acusado, a bordo de su propio vehículo, se dirigió a la vivienda de su expareja, con la que había roto a lo largo del mes anterior.

En el inmueble, además de la mujer, residían sus padres y su hijo menor de edad. Para acceder, el ahora condenado se sirvió de una llave que mantenía en su poder. Con ella "abrió la puerta de una estancia anexa a la vivienda destinada a garaje entrando en la misma en busca de unas herramientas de su propiedad que tiempo atrás le prestó a su expareja y que supuso que estarían allí, pero al no encontrarlas se enojó y, guiado por la finalidad de causar desperfectos, roció toda la estancia (paredes, suelo y objetos que allí se encontraban) con un líquido inflamable, mezcla de gasoil y gasolina, al cual prendió fuego con un mechero", detalla el auto.

Acto seguido, el garaje comenzaría a arder. Una pequeña explosión en una lámpara alertó de lo que ocurría al padre de la expareja del acusado, que acudió al lugar para observar que el fuego se estaba propagando. Con rapidez y arrojo, el hombre consiguió extinguir las llamas con sus propios medios impidiendo que afectasen a dos bombonas de gas que se hallaban en la misma estancia del suceso.