La Audiencia Provincial de Pontevedra ha reducido a un año de prisión la pena impuesta a un preso de A Lama que plantó fuego a su celda empleando el colchón como elemento incendiario en un suceso que tuvo lugar en el mes de abril de 2018 en el centro penitenciario. La Sección Segunda estimó así, al menos en parte, el recurso interpuesto por el investigado, al entender que los daños causados a los bienes afectados no se consideran "un ben público por estar destinado ao uso e disfrute de tódolos cidadáns". Ello hace que la calificación jurídica sea distinta y, siendo valorado en su tipo mínimo, pasa a ser de un año de cárcel.
Los hechos se produjeron cuando el acusado, que se encontraba en su celda de la cuarta galería del departamiento de aislamiento del centro penitenciario de A Lama donde cumplía condena, "movido por la intención de causar un menoscabo en sus instalaciones, procedió a aplicar la llama de un encendedor al colchón que tenía a su disposición para dormir y lo desplazó hasta la zona de la puerta para propagar sus efectos, consiguiendo provocar la combustión de esta y haciendo saltar el sistema de alarma, lo que motivó la intervención de varios funcionarios que, al abrir la puerta, lo apagaron con un extintor", detalla la sentencia.
El material ignífugo en el que se fabrican este tipo de colchones que se usan en los centros penitenciarios provocó una densa humareda que afectó a las paredes y al suelo de la celda, cuyo repintado fue valorado en unos 600 euros.
El condenado, por medio de su representante legal, también pidió a la Audiencia Provincial que se tuviese en cuenta la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, algo que no admitió la Sección Segunda.
Junto a la nueva pena de cárcel, el entonces preso deberá abonar 77 euros en concepto de responsabilidad civil. La sentencia no es firme, y cabe un nuevo recurso por las partes a interponer ante el Tribunal Supremo.
