Condenan a la banda georgiana que actuó en la Boa Vila en 2018

La Audiencia suscribirá el pacto tras el pago de las indemnizaciones, fijando penas de entre dos y cuatro años de prisión
Un instante de la dentención de los ladrones. DP
photo_camera Un instante de la dentención de los ladrones. DP

En el mes de marzo de 2018, la Comisaría Provincial de Pontevedra comenzó a recibir un goteo de denuncias por parte de vecinos de la Boa Vila que daban cuenta de robos que, por sus características, parecían obra de una banda organizada. 

No sería hasta mediados de julio cuando los investigadores de la Policía Judicial lograron dar con los ladrones, originarios de Georgia y que viajaban desde el extrarradio de Madrid hasta Galicia para "trabajar". Joyas, oro y dinero en efectivo, todo ello de fácil y rápida salida en el mercado ilícito, eran su objetivo. Hasta su detención, este grupo de individuos de Europa del Este que había llegado a alquilar un piso franco en Cerceda para ocultarse de forma temporal mantuvo un pulso muy equilibrado con la Policía, que acabó decantándolo a su favor. 

De los cuatro acusados, solo uno tiene residencia legal en España. Asesorados por sus abogados, decidieron reconocer los hechos en busca de un acuerdo que les permitirá reducir su estancia en prisión (incluso no regresar a ella, en uno de los casos). A cambio, ya han hecho efectivo el pago de unos 6.000 euros para reparar el daño causado a sus numerosas víctimas.

Los tres cacos que se hallan en situación irregular en España serán expulsados del país en cuanto cumplan el 50 por ciento de su condena

Las penas, que serán firmes el martes en cuanto el pacto sea ratificado en la Audiencia Provincial, oscilan entre los dos años de prisión para N.Q. y los cuatro para I.G., D.G. y T.B., autores todos ellos de los delitos de pertenencia a organización criminal y de robo con fuerza en casa habitada.

Todos ellos, junto a otros individuos que no pudieron ser identificados, "conformaban un conjunto de personas con gran movilidad geográfica especializado en cometer delitos contra la propiedad en domicilios a los que, previo control de los mismos y tras la manipulación de las cerraduras y las puertas de acceso, entraban para sustraer dinero en efectivo y joyas".

Sus actuaciones delictivas se desarrollaban en un corto espacio de tiempo en localidades concretas, "dándole salida de forma casi inmediata al botín fuera del territorio nacional", según detalla la sentencia aún pendiente de firmar por las partes.

En concreto, en Pontevedra ejecutaron dos asaltos el 8 de marzo, llevándose distintas piezas de joyería, oro y relojes; otros dos robos el 13 de marzo, obteniendo dinero en efectivo, libras esterlinas incluidas, joyas y oro, y el 21 de marzo otros tantos hurtos similares.

La segunda oleada la protagonizaron entre el 27 y el 31 de junio, y su última aparición en Pontevedra fue el 12 de julio, poco antes de la desarticulación de la red criminal por parte de la Policía.

En virtud de la sentencia, los tres cacos que se hallan en situación irregular en España serán expulsados del país en cuanto cumplan el 50 por ciento de su condena (ya llevan más de un año en la cárcel desde su arresto). El dictamen incluye, además, la prohibición de regresar a suelo hispano en los próximos diez años.

En cuanto a N.Q., la Fiscalía no se opone a la suspensión de la pena de cárcel.

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