La última gran redada efectuada por agentes de la Guardia Civil de Pontevedra en el poblado chabolista de O Vao ya tiene consecuencias penales. Cinco de los diez detenidos el 4 de octubre de 2016 han sido condenados a importantes penas de prisión, que, pese a haberse visto reducidas tras el acuerdo alcanzado ayer con la Fiscalía Provincial, conllevará que algunos de ellos ingresen, una vez más, en el centro penitenciario de A Lama. Su extensión concreta se conocerá en los próximos días (el acuerdo debe ser validado por la Sección Cuarta), aunque estarán por debajo de la solicitud inicial del Ministerio Público, que pedía entre siete y diez años de prisión para cada uno de los procesados.
Los condenados, que ya habían ingresado en el centro penitenciario de A Lama con carácter preventivo pocas horas después de ser detenidos, conformaban un grupo "pontencialmente peligroso", según fuentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra, que añadieron que "eran los principales responsables de la venta de droga en la zona".
La Fiscalía, en aras de la obtención de un acuerdo que sirviese para evitar el juicio, aceptó la solicitud de los letrados de los procesados de retirar la acusación por pertenencia a grupo criminal, lo que resta un año y medio de cárcel a cada uno de ellos. Además, el Ministerio Público desistió de la imputación contra dos de los siete encausados, cuya participación en los hechos no estaba completamente acreditada.
La sentencia que será pública en los próximos días detalla que los condenados se dedicaban a la venta de heroína y cocaína desde el citado núcleo de infraviviendas del concello de Poio. Una larga investigación de la mencionada unidad del Instituto Armado sirvió para detectar numerosos actos de tráfico de estupefacientes, que fueron acreditados desde principios de junio hasta octubre, cuando se produjo la entrada y registro en las viviendas que estaban siendo objeto de vigilancia.
Los miembros de la Benemérita llevaron a cabo una operación que contó con la participación del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) en previsión de posibles agresiones por parte de habitantes del poblado. En la intervención fueron incautadas unas 2.000 dosis de heroína y unas 1.000 de cocaína preparadas para su puesta a la venta en el mercado ilícito. Además, los agentes se incautaron de dos pistolas con su correspondiente munición y una importante cantidad de joyas de oro, además de teléfonos móviles y diferentes aparatos electrónicos de procedencia injustificada.
COCA PURA. Uno de los aspectos que más llamó la atención de los investigadores fue la extrema pureza de la cocaína incautada en el marco de los registros, que en algunos casos rozó el 100 por cien. Esa circunstancia viene a corroborar las tesis de las Fuerzas de Seguridad, que señalan que el mercado de la citada droga se halla plenamente abastecido por la entrada de importantes alijos por las Rías Baixas, más allá de los que fueron decomisados a la organización de Sito Miñanco.
Por otra parte, los términos del acuerdo incluirán, salvo sorpresa, el decomiso definitivo de los cinco automóviles que, según el fiscal, eran utilizados para el tráfico de drogas por los ahora condenados, entre los que se hallaban dos furgonetas y una moto.
