El conflicto de los funcionarios acaba con un escrache a la concejala de Persoal

Delegados sindicales del Concello increparon a Carmen Fouces desde el Pazo da Cultura hasta la sede de Michelena 30 tras dar un nuevo plantón a la mesa de negociación, que iba abordar los nuevos horarios de los Bombeiros
Delegados sindicales del Concello concentrados este miércoles frente a la sede de Michelena 30. GONZALO GARCÍA
photo_camera Delegados sindicales del Concello concentrados este miércoles frente a la sede de Michelena 30. GONZALO GARCÍA

El conflicto laboral en el Concello de Pontevedra sube de nivel. Y lo hace con un escrache a la concejala de Persoal, Carmen Fouces. Los protagonistas de la protesta, que tuvo lugar en la mañana de este miércoles, fueron los delegados sindicales con representación municipal. Algunos de ellos increparon a la edil del BNG desde el Pazo da Cultura hasta la sede de Michelena 30.

La nacionalista, que iba acompañada del director xeral de Recursos Humanos, José Manuel González Abal, salía de la Mesa Xeral de Negociación, a la que estaban convocados los delegados de personal. Ninguno de ellos asistió a la reunión, que tuvo lugar en la Sala de Obradoiros del Pazo.

A pesar del plantón, los representantes de CSIF, Sindicato Profesional de Policías Municipales de España en Galicia (SPPME Galicia), UGT, Comisiones Obreras, Afumpo y CIG escenificaron su malestar por lo que consideran una política "de imposición" por parte del Gobierno local en materia laboral y salarial. Lo hicieron primero en el exterior del recinto municipal y, después, frente a la estancia en la que se celebraba el encuentro, en el interior del edificio. Allí estaban Fouces, González Abal, el secretario municipal y una representante comarcal de la CIG.

La mesa iba a abordar varios asuntos, entre ellos, las ayudas sociales para estudios y para la concesión de préstamos para la compra o la reforma de las viviendas de la plantilla municipal. El punto más polémico era, sin embargo, la propuesta del Concello para la disposición de las horas de especial dedicación en el Servizo de Extinción de Incendios.

Las centrales sindicales consideran que el Gobierno local aplica una política "de imposición" en materia laboral y salarial


Los Bombeiros han puesto el grito en el cielo por los nuevos cuadrantes, que han modificado los turnos de trabajo desde el pasado 1 de marzo. Consideran que los nuevos horarios dificultan la conciliación y generan malestar en todo el cuerpo.

Al término del encuentro, Fouces y González Abal salieron del Pazo para dirigirse a Michelena 30. Los delegados sindicales fueron detrás de ambos, silbato y pancarta en mano, hasta llegar a las puertas de la sede administrativa municipal. Durante el recorrido, ambos cargos públicos fueron objeto de distintos improperios.

LA SECUENCIA. El portavoz del PP, Rafa Domínguez, fue el primero en hacerse eco de la trifulca al informar de que los delegados sindicales intentaron –y lo hicieron– entrar en el Concello. "Se resbaló una persona", dijo en referencia al tropiezo de uno de los manifestantes durante la rueda de prensa celebrada en Michelena 30. En líder del principal partido de la oposición hizo suyas las reclamaciones de los trabajadores. "Hablaron de imposición y de tiranía", apuntó.

Poco después, y tras las preguntas de la prensa, el alcalde y la propia Fouces valoraron la situación, aunque sin entrar en detalles sobre el escrache. "Nós viñamos de convocar a mesa de negociación. O que quixo entrar puido. E así seguimos traballando normalmente. Porque ese é o ámbito lexitimado para facelo. En ningún momento se pechou. Outra cousa é se hai quen non quere sentar a falar. Non podemos obrigalo. Pero as portas seguen abertas. O que tampouco temos é unha variña máxica para resolver isto. Se unha parte non quere sentar a falar, non podemos facer nada", afirmó la concejala de Persoal.

"Non é prato de bo gusto para ninguén. Foi unha situación incómoda. Creo que non deben estar satisfeitos", dice Fouces

La nacionalista lamentó, horas después y a preguntas de Diario de Pontevedra, la situación vivida este miércoles. "Non é prato de bo gusto para ninguén. Foi unha situación incómoda", explicó. "Creo que non deben estar satisfeitos co acto de hoxe. Entendo que se lles foi das mans. Nós non fixemos nada que puidera provocar esa situación", añadió.

Fouces considera que las reivindicaciones de los delegados sindicales son "lexítimas". "Pero hai liñas vermellas que se están traspasando e que non benefician a ninguén, nin aos traballadores nin aos sindicatos", zanjó.

Por su parte, Lores cerró filas con su compañera y vinculó el conflicto de los funcionarios con los cambios introducidos por el Concello durante el presente mandato. "Houbo unha serie de modificacións e eu entendo que haxa a quen lle resulte difícil adaptarse. Eu entendo que non lles guste ou non lles poida gustar. Pero nós imos seguir nunha liña de modernizar a administración, adaptala aos novos tempos e intentar por parte do Concello dar o mellor servizo aos cidadáns, que é a nosa obriga. Nese sentido imos estar, e despois os comportamentos de cada un se xustifican simplemente polos feitos. Seguimos deixando aberto ese espazo para escoitar, para negociar, pero imos seguir cunha decisión que cremos que é razonable que é dar a mellor resposta e atención aos cidadáns", recalcó.

"Nós imos seguir na liña de modernizar a administración, adaptala aos novos tempos e dar o mellor servizo á cidadanía", apunta Lores

El conflicto entre el Concello y su plantilla viene arrastrándose desde el pasado mandato. Una de las principales reivindicaciones del colectivo pasa por la actualización de la Relación de Puestos de Trabajo, que implicaría la definición de sus funciones y una subida salarial. Policías locales y bomberos también tienen reivindicaciones propias.

La Xunta de Persoal: "Vamos a continuar con las movilizaciones"
"Vamos a continuar con las movilizaciones". Así de rotunda se mostró este miércoles la presidenta de la Xunta de Persoal, Yolanda González, que asegura que la plantilla está "crispada" por el "inmovilismo" del Gobierno local en las mesas de negociación.
González, que es delegada sindical de CSIF, reclama al Ejecutivo municipal que atienda a las reivindicaciones de los representantes de los trabajadores. "Les hemos presentado por escrito nuestro posicionamiento. Y siguen sin contar con nosotros", indicó.

Nueva mesa de negociación
El Concello citará próximamente a la parte social a una nueva Mesa de Negociación. Por el momento todavía no tiene fecha. Pero insta a las centrales a acudir a ellas para tratar de desbloquear el conflicto.

500 trabajadores
En el Concello trabajan unas 500 personas, entre funcionarios y personal laboral.