El conflicto territorial entre Poio y Pontevedra

Puente de As Correntes. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera La incógnita se cierne sobre la propiedad del puente de As Correntes. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El de Verducido y Cerponzóns no son el único conflicto de lindes que existe en la comarca. Poio y Pontevedra mantienen una disputa territorial desde la década de los 90 para determinar los límites entre ambos municipios.

El último informe del Instituto Geográfico Nacional (IGN), elaborado el pasado mes de septiembre, da la razón a las aspiraciones poienses al aceptar –con pequeñas modificaciones– las fronteras que en 1889 acordaron ambos concellos entre el alto de O Castrove hasta Orillamar. El documento concluye que la Comandancia de la Guardia Civil, el Parque Municipal de Bombeiros y parte de la Xunqueira de Alba deben pasar a Poio. También se sitúa en el municipio vecino un tramo de la autopista, la glorieta del puente de As Correntes ubicada en la avenida de Domingo Fontán y la cementera que hay frente al Centro Comercial A Barca.

La propuesta del IGN, que refrenda la emitida en 2016, aunque con pequeñas variaciones, debe ser resuelta por la Xunta. El Gobierno gallego es la administración que tiene la última palabra sobre el conflicto territorial entre ambas localidades.

El Gobierno gallego no ha zanjado aún el deslinde del Puerto de Marín, cuyo expediente se abrió hace ya 30 años

En su resolución, el Ejecutivo autonómico deberá tener en cuenta también otras cuestiones. Una de ellas es la de determinar la propiedad de las cuatro antenas de telefonía que hay en el Monte Castrove. El Instituto Geográfico ubica dos de ellas en terrenos de la Comunidade de Montes de Campañó, otra en territorio poiense y una cuarta dividida a la mitad y que, por lo tanto, tendrían que repartirse los comuneros pontevedreses y los de San Xoán de Poio.

El informe estatal también demuestra que la única vivienda en disputa entre ambos municipios, actualmente dada de alta en Campañó, no está en Pontevedra. Pertenece al lugar de Vilariño (Poio) como demuestra el mojón instalado en la zona en 1889.

CON MARÍN. El de Poio no es el único conflicto fronterizo que tiene abierto Pontevedra. El deslinde con Marín sigue sin resolverse desde 1989, esto es, desde hace 30 años. Esta fue la fecha en la que se abrió el expediente para determinar a qué municipio pertenecen los terrenos que van desde la Praza de Marqués de Valterra hasta el Puerto.

El informe del IGN obligaría a censar en la capital a tres empresas del recinto portuario. La Xunta mantiene el conflicto en el cajón.

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