Confusión y cansancio en la hostelería pontevedresa ante las nuevas medidas

La hostelería gallega ya no depende de la situación epidemiológica de cada concello. Desde ayer, los bares, cafeterías y restaurantes dependen de sí mismos y están divididos en dos niveles.

Por un lado, los locales de tipo 1,que tienen muchas menos exigencias sanitarias pero también muchas menos concesiones. Por un lado, en estos establecimientos el aforo en el interior está limitado al 50% y, en el exterior, al 75%. Además, estos locales no podrán usar la barra y deberán mantener una distancia de 1,5 metros entre las mesas.

En cuanto a los locales de tipo 2, estos cuentan con mayores porcentajes en los aforos pero también con más requisitos. La capacidad en el interior está reducida al 75% y en las terrazas al 100%. Por otro lado, estos establecimientos deberán mantener una distancia de 1,5 metros entre las personas de distintas mesas y, en último lugar, podrán hacer uso de las barras. Eso sí, deberá ser un uso individual o de convivientes. Por último, los restaurantes que se acojan a este nivel deberán tener un registro de todos sus clientes.

En Pontevedra estas medidas han sentado como un jarro de agua fría entre los hosteleros, que aseguran que la administración autonómica está "tomando el pelo" al sector. Además, los empresarios pontevedreses aseguran que "cambiar las normas cada dos por tres genera confusión y hartazgo", no solo entre los trabajadores, sino también entre los clientes.

"Ya me veo con 50 personas en la barra explicándoles que nosotros tenemos el nivel 1 y no podemos servir en barra, vamos a volver a tener que explicar las normas a cada persona que entra por la puerta", afirma Marta González, propietaria de la Gramola.

Y, aunque en el segundo nivel los aforos en los locales son mayores, la gran parte de los hosteleros de la ciudad del Lérez han optado por elegir el primer nivel. Es el caso, por ejemplo, del Savoy, que ha elegido esta opción "para que podamos trabajar un poco, porque con el otro nivel tendríamos que separar aún más a la gente", asegura uno de los trabajadores.

Otro de los motivos que ha llevado a la mayoría de los hosteleros a elegir el nivel más bajo es que en el más alto la Xunta de Galicia recomienda a los hosteleros que se hagan pruebas PCR cada 7 o 14 días, algo que también ha sido criticado por el sector. "El hecho de tener que hacer un test cada semana nos parece exagerado. Somos trabajadores y tenemos muy poco tiempo libre y todo esto supone un esfuerzo a mayores", explica Ana Novo, del restaurante Feitizo Mediterráneo.

Algo que los todos los bares, cafeterías y restaurantes deberán hacer, independientemente del nivel en el que se encuentren, es la formación. Los hosteleros deberán realizar un curso de 2 horas sobre seguridad en la pandemia.

"Ahora tenemos que hacer unos cursos que ya hicimos al principio de la pandemia, pero no está publicado ni cómo van a ser ni de qué manera se van a ofrecer. Esto es otro vacile más y, cuando se supone que la situación epidemiológica está mucho mejor, nosotros vamos para atrás, y seguimos pagando todo nosotros", lamenta Marta Gonzaléz.

OCIO NOCTURNO. Este nuevo protocolo en el sector de la hostelería no afecta al ocio nocturno. De momento, estos locales continúan con limitaciones de aforo y sin poder hacer uso de las barras.

En los concellos de nivel alto de restricciones, solo está permitido el servicio en terrazas al 75% de la capacidad y el horario de cierre está fijado a la 01:00 horas. Por otro lado, en los municipios de los niveles más bajos, los locales solo pueden hacer uso del 50% del aforo en el interior y del 75% en las terrazas en nivel medio y del 100% en las de medio-bajo. Además, su horario de cierre sigue siendo a las tres de la madrugada.

En este sentido, la Xunta de Galicia anunció esta semana que se está trabajando en un nuevo protocolo en este sector, el cual podría entrar en vigor en el mes de octubre y en el que podrían ampliarse los horarios de cierre.

Marta González, La Gramola: "Es una tomadura de pelo, ya no tenemos confianza ni nos fiamos porque cada semana nos cambian las normas"

Iñaki Bretal, O Eirado da Leña: "Parece un cachondeo, estamos de adiante para atrás e de atrás para adiante todo o rato e isto é un pouco ao libre albedrío"

Margarita Aboal, Café Milano: "Son ideas de bombero, si estás en una mesa puedes estar con no convivientes pero en la barra no, es absurdo"

Ana Novo, Feitizo Mediterráneo: "Esto es un sinvivir, están todo el rato cambiándonos las normas de juego y así no podemos hacer previsiones"

Carlos Alberto Múñoz, Savoy: "Seguramente habrá mucha confusión entre los clientes porque teniendo dos niveles va a ser peor que antes"