La convocatoria de huelga lanzada por la "Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional" no cuenta con respaldo mayoritario en la provincia de Pontevedra. La entidad convocante pretende parar de forma indefinida en toda España a partir de la medianoche del domingo al próximo lunes 14 de noviembre, porque sigue denunciado los elevados precios del combustible y asegura que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana no ha actuado en estos meses para controlar que se cumpla la ley de cadena de transporte, que garantiza que los transportistas no trabajen a pérdidas, tal y como acordó el Gobierno con el sector en marzo.
Su presidente, Manuel Hernández, aseguró este lunes que la huelga se enmarca en el aumento de los costes de producción y porque, asegura, los transportistas no cubren gastos y no se está cumpliendo el Real Decreto-Ley 14/2022, que prohíbe pagar al conductor por debajo del coste que asume.
No obstante, entidades como la Asociación de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías de Pontevedra, Asetranspo, (con más de 500 empresas asociadas que suman una flota de casi 3.000 vehículos) no respaldan la convocatoria y otros colectivos sectoriales tampoco, incluyendo a Fegatramer (Federación Gallega de Transportes de Mercancías). El presidente de ambas, Ramón Alonso, explicó este martes que "non ten sentido facer este paro, porque o paquete de medidas que se xestionou co Ministerio de Transportes estase cumprindo ao 90%" y, en todo caso, para los puntos que siguen pendientes, apuesta por la vía de la negociación, pero no por una huelga.
En el mismo sentido, apuntó que en este contexto, "realizar un paro non é lóxico e moito menos na recta final do ano, cando máis se move a economía. Frenala desa maneira coa que está caendo é irresponsable", señaló.
El máximo responsable de Asetranspo y Fegatramer añadió que las ayudas aprobadas por el Gobierno para el gasóleo han mejorado la situación, pero el sector sigue pasando apuros porque "os camións subiron un 30%, as rodas outro 30% e o AdBlue un 300%", entre otras cuestiones. No obstante, indicó también que todos, incluidos los propios empresarios y autónomos, deben tomar sus medidas para no trabajar a pérdidas. "Unha fórmula é demostrar canto vale unha hora de traballo ou quilómetro rodado para coñecer os custes reais" y, en función de eso, establecer los precios, algo en lo que el propio sector tiene que asumir su parte de responsabilidad, evitando caer en la competencia desleal.
Mientras el viaducto no esté reparado, estas entidades rechazan la opción de circular por la N-120 por O Barco de Valdeorras y Monforte, que es la impuesta por el Ministerio de Transportes. Por el contrario, proponen seguir pasando por Pedrafita, cambiando el sentido de entrada, de modo que se salga por el pueblo y se entre por el desvío.
Ramón Alonso señaló que la solución del Ministerio "está perjudicando mucho a los transportistas" y "ahora que viene el invierno va a ser imposible circular por ahí, por la nieve y el hielo, pues ya ahora es muy difícil", teniendo en cuenta que se trata de "una carretera que se hizo provisional, con un 16% de pendiente y que termina en una rotonda. Hay que parar y volver a arrancar y eso hace muy difícil la maniobra", dijo. Además, el presidente de Fegatramer expresó su preocupación sobre el viaducto de vuelta. "Caeu o de ida, pero o de volta está saturado a tope, meten por aí os transportes especiais con sobrepeso. Se cae tamén, quen se vai responsabilizar?", preguntó.
