Las 'Coplas de Cego', del marinense José Solla, son "una puerta al Paraíso"

El Museo de Pontevedra ofrece visitas guiadas los jueves y sábados, donde se explica el discurso que guía la obra del pintor gallego

El pintor marinense José Solla, autor de la exposición. CHRISTIAN FERNÁNDEZ
photo_camera El pintor marinense José Solla, autor de la exposición. CHRISTIAN FERNÁNDEZ

Pintura José Solla. CHRISTIAN FERNÁNDEZA los destellos de la memoria evoca el pintor José Solla (Marín, 1927) en su exposición Coplas de Cego, que se puede visitar desde el 26 de julio en el Sexto Edificio del Museo de Pontevedra. Además, desde el pasado día 11, están disponibles las visitas guiadas para la exposición, que pretenden facilitar a los interesados las claves del discurso de Solla. Esta actividad se lleva a cabo dos veces por semana: está disponible los sábados a las 18.30 horas y los jueves al mediodía. El Museo también ofrece presentaciones guiadas de la obra para grupos: ya tiene programadas, antes de la clausura de la exposición, varias de escolares y de centros de día.

La exposición Coplas de Cego es, en palabras de su comisario, Ramón Rozas, "el cierre del círculo entre José Solla, su obra y el Concello de Pontevedra". El experto alude a la Medalla de Ouro que le otorgaron en la II Bienal Internacional de Arte de Pontevedra, así como a los dos años de investigación que Solla dedicó al arte románico. El mismo Rozas dirigió, a principios de este mes, una visita con los guías del museo, en la que trató de arrojar algo de luz sobre la vida y obra de uno de los pintores más prolíficos de Galicia.

ANÁLISIS. Los cuadros de Solla se centran en la búsqueda de la belleza: tanto en su primera etapa, donde dispone ambientes marineros que bien podrían pertenecer a Cela, donde creció, o a las orillas de Mar de Plata, donde vivió gran parte de su vida, como a otras obras más oníricas.

En la exposición también se pueden estudiar las distintas técnicas que ha empleado Solla en su trayectoria, desde los pasteles hasta el collage; varias salas muestran únicamente dibujos del autor.

En cualquier caso, aunque el autor haya viajado tanto o más que sus obras, siempre vuelve a la infancia. A través de sus pinturas, Solla narra historias fantásticas, reales y ficticias, sobre sus etapas vitales, sobre la tradición y el entorno en que desarrolla su obra. Su legado es también reflejo del patrimonio gallego. Todo evoca: el nombre de la muestra alude a las historias que recuerda haber escuchado de boca de los ciegos que pedían limosna en el camino a las ferias, entre Marín y Pontevedra, que realizaba con su madre cuando era niño.

El universo de Solla es rico –"una puerta al Paraíso", llega a decir Rozas– y esta muestra, que incluye obras fechadas entre 1956 y 2009, se podrá disfrutar hasta el próximo 23 de septiembre.

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