El coronavirus dispara la preferencia por los productos de proximidad

Un estudio de este mismo mes prueba que el 70% de los consumidores prefieren comprar lo producido en proximidad "aunque sea más caro"
2020052911431631138
photo_camera Imagen de clientes locales comprando estos días en el Mercado de Abastos. RAFA FARIÑA

De cómo se comporte el consumo de las familias a partir de ahora dependerá, en buen medida, la capacidad de recuperación del país. Lo admitía esta misma semana el catedrático vigués de Economía Antón Costas, quien advertía este factor, junto a la mayor inversión pública y las facilidades de financiación, como tres de las claves de futuro a corto y medio plazo. "Gastar, gastar y gastar", recetaba el profesor Costas a los gobiernos y a las familias. Y además alertaba: "Un ahorro masivo en estos momentos detendría al país".

Si es cierto que el comportamiento del gasto entre los consumidores será esencial para recuperar la normalidad en los negocios, mucho más incidirá este factor en áreas como Pontevedra, fuertemente asentadas sobre un sector terciario, con el comercio y las microempresas formando parte esencial de su tejido productivo.

El último estudio realizado sobre el funcionamiento del consumo en esta desescalada lo firma en España el profesor de EAE Business School Pablo Contreras, con una muestra de más de un millar de encuestas realizadas entre el 5 y el 12 de mayo.

La conclusión mezcla datos esperanzadores con otros preocupantes. El mejor y más positivo es que siete de cada diez personas se inclinan por comprar productos de fabricación nacional, aunque sean más caros debido a la covid-19. Los consumidores están dispuestos a buscar y localizar productos locales, que en estos momentos, tras la catarsis sanitaria y su terrible consecuencia económica, son percibidos con gran empatía y encabezan las preferencias de las familias.

Un 74% de los consumidores admite que su presupuesto para el ocio bajará

Las mujeres, las personas con más edad y los encuestados con hijos son los más proclives a ello según este informe. Hasta ahí la lectura optimista. Los datos menos alentadores pasan porque un 66,2% de los encuestados prevé una disminución de sus ingresos y, por lo tanto, de su capacidad económica; y otro 76,3% calcula que reducirá su nivel general de consumo.

Consumirán menos, pero con mayor preferencia de productos autóctonos, porque el valor de lo local es percibido ahora como algo a potenciar y de lo que presumir. El sector de la alimentación, claramente, es el que podría sacarle más partido a esta nueva tendencia de consumo. Pero no es el único.

Siete de cada diez participantes en el estudio afirma que reducirá su presupuesto para las vacaciones, pero un 24% cambiará el turismo internacional por el nacional. El presupuesto para la restauración se verá reducido en un 78,6% de los casos. Un 36% prefiere comprar en online a raíz de la pandemia; un 52% prefiere el comercio de proximidad y solo un 12% prefiere ir a un centro comercial o gran superficie.

Un 74,2% de los encuestados manifiesta que su presupuesto para actividades de ocio se verá reducido, y en un 37,3% de los casos admite que bajará "mucho". Destaca también la caída en el presupuesto destinado a comer fuera del hogar, algo que ocurre con el 78,6% de las personas preguntadas. Similar suerte corren los espectáculos, cuyo presupuesto ser verá reducido en un 73,1% de los casos.

Ventajas de comprar en el comercio local
Las asociaciones de comerciantes y las organizaciones de consumidores tienen claros cuáles son los principales beneficios del comercio local, especialmente en sectores como el de la alimentación. He aquí algunos de los más significativos.

1º Economía de la zona. Promoción de la recuperación de espacios de cultivo y revitalización de la economía pegada al territorio.

2º Apoyo a los sectores locales. Creación de industria complementaria alrededor de un foco de producción.

3º Precios más justos. Por la reducción de los costes de transporte y la ausencia de intermediarios.

4º Mayor generación de riqueza. Un euro gastado en productos de cercanía genera el doble para la economía local.

5º Alimentos frescos. La comida pasa por pocos procesos, en el caso de la agricultura del huerto a la mesa.

6º Beneficios ambientales. Al reducir los costes de transporte el medioambiente también se ve beneficiado.

7º Ahorro en embalajes. Reducción de los embalajes en su transporte.

8º Mayores certezas. La trazabilidad del producto está mucho más focalizada, sabemos de dónde vienen y cómo los han preparado.

9º Antimonopolización. Lucha contra la habitual fijación de precios de los monopolios.

Comentarios