La covid-19 deja en el aire la salida de las procesiones de Semana Santa

La Junta Coordinadora tomará una decisión tras el Carnaval en base a la evolución de la pandemia
Procesión de los Pasos en el Jueves Santo de 2019. RAFA FARIÑA
photo_camera Procesión de los Pasos en el Jueves Santo de 2019. RAFA FARIÑA

La celebración de las procesiones de Semana Santa de 2021 está en el aire. Tras la anulación de los desfiles religiosos del año pasado por el estallido de la pandemia y las restricciones que determinaron las autoridades sanitarias para evitar el avance de los contagios por coronavirus, la programación de los actos que deberían celebrarse el próximo mes de abril también corren el riesgo de suspensión. La decisión que adopte la Junta Coordinadora (en la que están representadas las distintas cofradías penitenciales y párrocos de la ciudad) dependerá de los datos epidemiológicos de la covid-19 ya que, como había manifestado cuando adoptó el acuerdo de anular las procesiones de 2020, "ante todo está preservar la salud de los cofrades, de sus familias y del público que sale a la calle a presenciar el recorrido de las comitivas religiosas". 

"Aún no hemos adoptado ningún acuerdo al respecto porque hay que ir viendo día a día la evolución de la crisis sanitaria. La Junta Coordinadora se reunirá próximamente para estudiar si salen las procesiones o si, por el contrario, tenemos que volver a suspenderlas", señala Ramón Peón, integrante del órgano encargado de planificar la programación religiosa.

En todo caso, Peón precisa que aunque la actual situación sanitaria no invita al optimismo sobre un desarrollo normal de las procesiones, "aún no hemos valorado ninguna de las posibilidades". 

En su opinión, "no podemos arriesgarnos a organizar unos actos que pudieran poner en peligro la salud pública, que es lo que hay que preservar ante todo". En este sentido, recuerda que en las principales procesiones de la Semana Santa suelen participar alrededor de un millar de cofrades de las siete hermandades existentes en la ciudad, además de reunir a numerosas personas que presencian a pie de calle el paso de las distintas imágenes y de las comitivas que las custodian.

"Resultaría ilógico que organizásemos unas procesiones sin público, con la gente en sus hogares y sin poder presenciarlas", argumenta Peón.

La Junta Coordinadora adoptará una decisión sobre la conveniencia o no de sacar las procesiones "en cuanto comience la Cuaresma, después del Carnaval". 

En caso de tomar el acuerdo de llevar a cabo las procesiones, la programación arrancaría el 28 de marzo (Domingo de Ramos), con la tradicional bendición y la procesión de burrita) y finalizaría el 4 de abril (Domingo de Pascua) con la procesión de Jesús Resucitado.

Entre los actos religiosos del Lunes Santo figuraría la Procesión del Cristo de las Caídas, que contaría con la participación de la Cofradía de la Vera Cruz y representantes de las otras seis hermandades de la ciudad.

El Martes Santo se celebraría la Procesión de Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza, mientras que el Miércoles Santo tendría lugar la Procesión de la Santísima Virgen de la Soledad y Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas.

En caso de que Junta Coordinadora resolviese sacar las imágenes en procesión, la del Jueves Santo sería la de los Pasos, mientras que el Viernes Santo se desarrollaría la Procesión del Santo Entierro. El colofón a la programación la pondría la Procesión de Jesús Resucitado el Domingo de Pascua.

BENDICIÓN ATÍPICA. El estallido de la pandemia y el confinamiento al que estaba sometida la población desde hacía tres semanas había obligado a organizar el año pasado una Bendición de Palmas y Ramos atípica, con las calles desiertas. El vicario parroquial de la Virgen del Camino, Alberto Domínguez Munáiz, efectuó una bendición simbólica desde la balaustrada del convento de San Francisco.

Además, ese día fueron muchas las familias que, siguiendo la petición del arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, habían colgado en los balcones de sus casas palmas y ramos de olivo o, en su defecto, recortables y dibujos realizados por los propios niños que, a través de esta peculiar manera, habían quedado bendecidos como si fuera un Domingo de Ramos al uso.

Siete hermandades con un total de un millar de cofrades
La Junta Coordinadora de la Semana Santa fue fundada el 5 de abril de 1949 con el fin de asumir la organización de los actos religiosos. En ella están representadas las siete hermandades de la ciudad: la Cofradía de Nuestra Madre del Mayor Dolor (la única formada exclusivamente por mujeres), la Cofradía de Nuestra Señora del Amor Hermoso (la más joven de las hermandades, fundada en 1998), la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Silencio, la Cofradía del Espíritu Santo, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas, la Cofradía de la Vera-Cruz y Misericordia y el Gremio de Mareantes.
La Semana Santa de Pontevedra se remonta al siglo XV, prevaleciendo estas celebraciones hasta entrado el siglo XX, solo que desde 1934, únicamente pervivió la Procesión del Santo Entierro puesto que el resto de Procesiones que conformaron el antiguo ceremonial de la Semana Santa habían sido suprimidas en los años anteriores