Los socorristas de la playa fluvial del Lérez reciben cursos para la pandemia

En caso de incumplimiento de las normas, los vigilantes tendrán que avisar a las autoridades para garantizar la seguridad
Víctor y Jorge, en el módulo de socorrismo de la playa fluvial de Lérez. JOSÉ LUIS OUBIÑA
photo_camera Víctor y Jorge, en el módulo de socorrismo de la playa fluvial de Lérez. JOSÉ LUIS OUBIÑA

Jorge y Víctor, los socorristas del arenal fluvial de Pontevedra, se sienten "preparados" para afrontar un atípico verano marcado por la pandemia.

El servicio de salvamento se inició el pasado 27 de junio, tras recibir un curso de formación online, impartido por el Hospital Quirónsalud sobre las medidas de seguridad que tendrán que ejecutar para evitar contagios. Entre ellas destacan el mantimiento de la distancia social, el uso de gel desinfectante y el empleo de mascarillas en los accesos a la playa.

"Consideramos que la comunicación es fundamental para mantener la seguridad y evitar contagios"

"Para la atención de los usuarios empleados

"Para la atención de los usuarios disponemos de mascarillas, guantes y pantallas protectoras" indicó Jorge. En situaciones de emergencia, aunque el boca a boca no era una práctica obligatoria, explican que "ahora ya no es necesario el contacto estricto, porque contamos con máscaras de reanimación". En caso de una incidencia leve, se proporcionarán los materiales e instrucciones necesarias para priorizar las autocuras en las situaciones en las que sea posible.

En cuanto a los protocolos de limpieza, señalaron que nada más llegar deben desinfectar el módulo de trabajo. Los espacios de uso común, como los baños, también son desinfectados varias veces al día. Por otra parte, las duchas permanecen todavía cerradas. "Estamos esperando indicaciones del Ayuntamiento para poder habilitar su uso lo más pronto posible", declaró Víctor. Otras novedades comprenden la renovación de la arena y la instalación de boyas que delimitan la zona de baño.

Sobre el aforo, todavía no hay un registro del cupo máximo de personas para esta playa. Sin embargo, el confinamiento parece haber aumentado las ganas de acudir a este espacio natural. "La afluencia está siendo más alta con respecto al año anterior» indicaron los socorristas. Este aumento no se traduce en inseguridad. Algunos bañistas, como María José, declaran que se sienten protegidos y que «en todo momento se respeta la distancia de seguridad». Sin embargo, sí le preocupa el posible aumento de turistas en los próximos días. "Elijo esta playa porque es tranquila y no suele haber aglomeraciones, pero también me asusta la llegada de extranjeros", reveló.

Por otro lado, una de las medidas adoptadas también por parte del Ayuntamiento, ha sido la prohibición del tabaco en este arenal. Esta restricción fue orientada en su momento para evitar los residuos y mejorar la limpieza del lugar. Los socorristas comentaron que ahora también tiene una función importante para evitar la propagación aérea del virus y los contagios por el contacto con la saliva de las colillas. En lo que se refiere al ocio, todas las actividades están permitidas, "siempre y cuando se cumplan el protocolo y las indicaciones establecidas" indican desde salvamento. Personalmente, la situación de riesgo en la que se ha convertido su trabajo no les ha hecho dudar a la hora de presentarse a este puesto. De momento, los protocolos están siendo eficaces y la clave de ello reside en la información: "Consideramos que la comunicación es fundamental para que tanto los bañistas, como nosotros mismos, estemos seguros» señalaron. Desde su puesto, están comprometidos a salvar vidas no solo dentro del agua sino también fuera de ella, asegurando el bienestar social dentro del arenal.

Covid y clima amenazan un 25% de reservas  turísticas en el mes de julio

Arrancó julio. Pero muy por debajo de las expectativas turísticas en las Rías Baixas. Los empresarios de hospedaje siguen pensando que un 25% de las posibles reservas para el mes todavía dependen hoy de la evolución de la pandemia y del clima. Los hoteles de la comarca abrieron el primero de los dos meses de oro del verano con ocupaciones de entre el 10% y el 15%, llegando a máximos que apenas superaron el 20% en las mejores zonas. El miércoles, las playas de Marín o Sanxenxo apenas rozaron el 10% de ocupación debido al mal tiempo, pero también a la escasez de turistas.

Los técnicos lo fían todo al calor y a las noticias sanitarias. "Si no sale el sol y aparecen rebrotes inquietantes será la ruina para el sector", comentaba el miércoles el gerente de un hotel de Sanxenxo.

Las mejores expectativas se mueven entre el 50% y el 55% de ocupación para finales de julio. No llegar a estos niveles amenazaría el equilibrio financiero de muchos de los negocios turísticos.

¿Un mal arranque? Los técnicos creen que está dentro de lo esperado y que será a partir de la segunda semana del mes cuando la ocupación podrá medirse de verdad. De hecho, las reservas en pisos turísticos, casas rurales y campings mejoran las cifras de los hoteles, aunque a costa de contener los precios. Ayer seguía siendo posible pasar dos semanas de julio en Sanxenxo por 500 euros en un apartamento concertado por Internet.

La apertura, desde el miércoles, de la frontera entre Galicia y Portugal será otra de las claves, ante el más que previsible frenazo del resto de visitantes extranjeros. El pasado año, algo más de 600.000 de los 2,4 millones de portugueses que visitaron España lo hicieron a través del paso fronterizo entre Valença y Tui.

Desde Galicia, el flujo hacia el país vecino es todavía mayor. Basta subrayar los 250.000 gallegos que cruzaron la raia en los tres meses de confinamiento, sencillamente porque trabajan al otro lado del Miño.

Durante la jornada de ayer, el paso entre Valença y Tui funcionó con normalidad, pero muy lejos de los tránsitos que registraría cualquier otro primero de julio, en plena operación salida.

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