La crisis de la Covid-19 da un golpe de realidad a los precios de la vivienda

Los pisos con valoraciones "exageradas" empiezan a ser objeto de reajustes en el importe, en algunos casos superiores al 10%
Una mujer pasando frente al escaparate de una inmobiliaria. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Una mujer pasando frente al escaparate de una inmobiliaria. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El confinamiento ha puesto en entredicho la habitabilidad de algunas viviendas y ahora, a raíz de la crisis de la Covid-19, toca abrir interrogantes sobre los precios vigentes en el sector inmobiliario. Algunas agencias de la ciudad afirman no percibir grandes cambios en los importes de venta, pero muchas otras sí han empezado a detectar un reajuste a la baja en las valoraciones, sobre todo en los pisos desprovistos de un rincón en el que poder tomar el aire y que, de golpe y porrazo, han pasado a ocupar el último puesto en la lista de deseos.

La demanda se concentra ahora en viviendas con patio o terraza y, especialmente, en casas con terreno, cuya tasación sí ha salido ganando con la crisis sanitaria. En este caso, los precios se mantienen estoicos e incluso experimentan un crecimiento ayudado por la sobredemanda.

La demanda de casas unifamiliares con terreno sigue in crescendo y repunta el interés por la fórmula de alquiler con opción a compra

Algunos agentes del sector que operan en la ciudad prevén que la bajada de precios se intensificará después del verano, cuando se acabe el filón del alquiler vacacional, y que entonces las casas también acusarán el desgaste. No obstante, por lo de pronto los descuentos se concentran en los pisos, particularmente los que están ubicados en el extrarradio y cuyo importe quizás había insuflado demasiado aire desde que se empezó a hablar de recuperación económica.

En los portales virtuales de compraventa de vivienda han empezado a proliferar los carteles de rebajas. En Idealista o Fotocasa se suceden anuncios de varios pisos con rebajas de entre el 4% y el 10%. Dos ejemplos: un piso de tres habitaciones en la zona de María Victorio Moreno ha bajado 13.000 euros y ahora se comercializa por 180.000, mientras otro similar ubicado en A Parda ha sufrido una rebaja de 14.000 euros y ahora está en el mercado por 155.000.

Menos ventas en marzo, pero el trimestre mejora el de 2019
El estado de alarma supuso un frenazo en seco para la compraventa de viviendas en la provincia. De hecho, en ese mes se formalizaron 371 operaciones inmobiliarias, un 34% menos que las realizadas el mes anterior. No obstante, si el balance comprende todo el primer trimestre sigue arrojando un crecimiento respecto al mismo intervalo de 2019, con un total de 1.468 compraventas frente a las 1.446 del año pasado. Todo gracias a los buenos resultados cosechados en enero y febrero, que fueron especialmente prolíficos para el sector.

La venta de viviendas de obra nueva también experimentó una leve subida de dos puntos en comparación al año pasado, hasta representar el 23,8% de las operaciones. Eso sí, la reina del mercado sigue siendo la vivienda de segunda mano, que representó el 76% de las ventas registradas en la provincia en el primer trimestre.

En cuanto al tipo de régimen, solo el 4,4% de las compraventas fueron de vivienda protegida. La inmensa mayoría continúan siendo de iniciativa privada.


OFERTAS. El porcentaje de la reducción depende, obviamente, de las características de la vivienda y de la urgencia que tenga el propietario por vender la vivienda. Noemí García, de la inmobiliaria Hablamos indica que la crisis sanitaria ha detonado la rebaja de las tasaciones "exageradas" y que de un tiempo para aquí ha presenciado que "se ha ajustado el precio". "En el centro no hay tanto ajuste, pero un piso en Loureiro Crespo de tres habitaciones que estaba en 180.000 euros evidentemente tiene que bajar de precio si el cliente quiere venderlo".

La agente añade que algunos propietarios han abogado por reducir el margen de beneficio "porque creen que en los próximos meses no va a haber tantas ventas" y, entre otras cosas, "porque también prefieren poner un precio atractivo para reducir el número de visitas y vender más rápido".

A su juicio, esta tendencia a la baja no es provisional, sino que cogerá fuerza después de la temporada estival, para cuando predice que "se producirá otro repunte en la bajada de precios. Ahora hay gente que aprovechar para destinar esas viviendas al alquiler vacacional, pero cuando eso termine, tendrán más urgencia por vender".

"Ofrecer un piso en A Parda de dos dormitorios con garaje y trastero por 160.000 euros es una locura. Tienen que ofertar un precio realista"

Agustín Pacheco, responsable de SIP 4 Inmobiliaria, es otro de los profesionales que está presenciando una rebaja notable en el valor de las propiedades inmobiliarias que, según dice, en algunos casos "supera el 10%". Entre las operaciones más recientes, señala que un piso valorado antes de la pandemia en 100.000 euros se ha vendido finalmente en 86.000 euros "porque los compradores ofrecían pago la contado", y que otro ubicado en Joaquín Costa valorado en 150.000 euros ha sido comercializado por 125.0000.

En su opinión, no cabía otro comportamiento en el mercado, en el que atisba una inflación abocada a la reforma. "Ofrecer un piso en A Parda de dos dormitorios con garaje y trastero por 160.000 euros es una locura. Yo siempre se lo digo a los clientes; si quieren que por lo menos la gente lo venga a ver, tienen que ofertar un precio realista. Antes de este tema del coronavirus los precios iban subiendo, pero ahora han dado un frenazo".

CASAS. En el lado opuesto, este último agente ha visto cómo la demanda por las casas sigue in crescendo, hasta el punto de que en las últimas semanas ha vendido cuatro casas en tiempo récord. "Antes podía enseñar una casa 15 o 20 veces hasta venderla, pero ahora puede bastar con tres. A la gente ya no le importa desplazarse 15 minutos en coche, porque el teletrabajo ha aumentado y porque después del confinamiento muchos se han quedado asfixiados en los pisos". Según dice, el prototipo con más demanda es una casa económica, de entre 40.000 y 70.000 euros, con necesidad de poca reforma y una finca con un terreno mínimo de entre 300 y 400 metros cuadrados; "una cuevita a la que poder escapar" si las condiciones de confinamiento se recrudecen.

No obstante, Pacheco también es de los que piensan que los saldos acabarán afectando a las viviendas que ahora mismo están en el centro de la diana. Sin ir más lejos, hace unos días un particular extranjero que tenía reservada una casa en Dena le comunicó que desistía de la operación, "porque dice que se va a producir una rebaja muy importante en el precio de la vivienda en España". El tiempo dirá si los pronósticos aciertan o no, pero entretanto el coronavirus también ha hecho repuntar otras fórmulas, como el alquiler con opción a compra, "porque así en esos tres años particular puede ver si se ajusta a sus necesidades".

LOS CAMBIOS. "La propiedad que se busca ahora es más un hogar que un sitio donde estar"

El responsable de Inmoponte augura que las visitas virtuales motivarán un cambio permanente en el sector inmobiliario

Alberto Raposeiras, de la Inmobiliaria Inmoponte, discrepa cuando le hablan de una rebaja en el precio de las viviendas, pero sí advierte de que la Covid-19 ha supuesto dos cambios importantes para el sector.

El primero de ellos tiene que ver con el modo de trabajar y de vender en las inmobiliarias, y cree que son cambios que no son pasajeros, sino que han aterrizado en el gremio para quedarse. Particularmente, se refiere a las "visitas virtuales" de viviendas, que han tomado impulso durante la pandemia y que en su caso están siendo fructíferas. En los últimos días ha registrado la reserva de dos viviendas mediante la exhibición virtual de un vídeo de la propiedad y está convencido de que es una herramienta "que sí ha motivado un cambio".

Por otro lado, el agente comparte la perspectiva de que el confinamiento y las restricciones impuestas en los espacios públicos han mutado las características de la demanda. "Ahora nos piden propiedades con más luz y con estancias al aire libre, como una terraza o un balcón, porque presumen que van a estar más tiempo en casa. Además, demandan una habitación más para poder tener un lugar en el que desarrollar el teletrabajo y más amplitud. Lo que se busca ahora es más un hogar que un sitio donde estar".

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