El Cristo da Bica está a punto de recuperar su estado original. Lo hará gracias a las manos de la restauradora pontevedresa Mercedes Cifuentes, que trabaja en este cruceiro de madera policromada con el objetivo de mejorar su aspecto y respetar los colores con los que fue pintado.
La talla, del año 1847, ha sufrido varios cambios desde que fue instalada en el lugar de O Rañadoiro, en la parroquia de Ponte Sampaio. La obra consiste en la retirada de las dos capas de pintura plástica que tiene la escultura para dejar el resto de policromías oleosas (llegó a tener hasta 13 diferentes) porque datan de fechas distintas.
El Cristo da Bica regresará este mes a la senda de O Rañadoiro, según confirmó ayer el concejal responsable de la parroquia de Ponte Sampaio, Raimundo González Carballo, tras la visita al taller de Loureiro Crespo en el que se está realizando la restauración de esta singular pieza.
Los vecinos del lugar son devotos de la imagen. Le hacen ofrendas, peticiones y todo tipo de donativos. Los económicos se utilizan para sufragar la fiesta del pueblo, que todos los años se organiza en septiembre.
Históricamente, con las limosnas que sobraban después de los festejos, el "mayordomo" (la figura con la que se designaba al vecino que se ocupaba de esta tarea) se encargaba de pintar el cristo. "A última vez fíxose con pintura plástica, o que mingua substancialmente a viveza das policromías iniciais e as formas da escultura", explicaron este miércoles responsables del Concello a través de un comunicado de prensa.
OBRAS PREVIAS. La restauración de esta pieza no es el único trabajo impulsado por el Gobierno local para recuperar el esplendor del Cristo da Bica, uno de los principales atractivos de la parroquia. El pasado verano se llevaron a cabo obras para recuperar la zona en la que se exhibe la escultura. Esta se encuentra adherida a un muro privado que fue encintado y restaurado.
La obra, que contó con un presupuesto de 8.381 euros y que precisó la autorización de la Xunta a través de Patrimonio, también incluyó la retirada del arco de ladrillo y de la cancilla que había frente a la imagen. La intervención se completó con la canalización de aguas pluviales en el lugar.
