La cruda realidad de los pensionistas para llegar a fin de mes

Los gastos corrientes se llevan el 77% de los 1.156,36 euros que percibe, de media, un colectivo al que pertenecen uno de cada cinco habitantes de Pontevedra. Prescindir de gastos superfluos e "ir a lo básico", estrategias para sobrevivir a una inflación galopante.

Un grupo de pensionistas, ayer, a las puertas de una residencia. ANXO LORENZO
photo_camera Un grupo de pensionistas, este martes, a las puertas de una residencia. ANXO LORENZO

El 41% de los jubilados asegura tener dificultades para llegar a fin de mes, según una encuesta realizada por el Instituto Santalucía. El 39% reconoce que no ha hecho una buena planificación financiera de su retiro, mientras que el 28% admite que ha llegado a la jubilación sin ningún ahorro. 

A este panorama hay que sumar una inflación que, en la comunidad gallega, se sitúa ya en el 11% y una tasa interanual que registra datos nunca vistos desde hace 30 años. Todo ello deja como resultado que las tres cuartas partes de las pensiones se vayan en los gastos corrientes y a los jubilados pontevedreses les queden poco más de 200 euros para hacer frente a imprevistos, ayudas familiares, ocio, tabaco y algún que otro capricho. Un panorama que se vuelve aún más sombrío para los que viven solos y tienen en la paga su única fuente de ingresos.

En Pontevedra, el 18,5% de la población estaba jubilada en 2021; en concreto, 15.671 personas, una cifra que se incrementó en un 17% en la última década. 

La mayoría de los pontevedreses que reciben una pensión cobran menos de mil euros al mes

En cuanto al importe de las pensiones, la media de lo que se cobra en la Boa Vila se sitúa, según el INE, en 1.156,36 euros (sin tener en cuenta las no contributivas). 

Pero, ¿cómo sobrevivir con estas cifras? "Haciendo milagros", aseguraba este martes un vecino de 80 años que paseaba por la ciudad junto a su mujer. "Cambiando los hábitos y sacándonos de cosas que no son tan imprescindibles. Hay que ir a lo básico", asegura también Carmen Presas, otra mujer de 73 años vecina de Poio. 

La mayor parte del presupuesto (un 35%) se destina a necesidades básicas, como la alimentación, ropa, productos de aseo, limpieza, transporte... Otro 31% se va en la vivienda: luz, agua, internet, gas, comunidad de vecinos, alquiler, etc. Por lo tanto, más de la mitad del dinero se utiliza para mantener la casa y los gastos propios.

260 euros hasta fin de mes 

A los gastos hay que sumar los costes asociados a la salud, que se incrementan a medida que avanza la edad: seguro privado, gastos médicos, medicamentos, podólogos, enfermeras, etc. Suponen el 11% de la cartera. 

En consecuencia, los gastos corrientes se llevan el 77% de la pensión, o lo que es lo mismo, 890,39 euros. Así, al jubilado medio le quedan poco más de 260 euros para acabar el mes. 

Esta cifra se debe repartir entre las ayudas que puedan ofrecer a otros familiares (el 5% del presupuesto) y el ocio: comer fuera, cine, tabaco, bebidas alcohólicas, viajes, regalos, caprichos, etc. 

Acogimiento familiar y ayuda en el hogar

En la actualidad, de las más de 33.0000 viviendas que están contabilizadas en Pontevedra, el 29,37% están habitadas por una única persona, es decir, uno de cada tres domicilios. Además, la mayoría de ellos corresponden a mujeres de más de 65 años. 

Con el objetivo de ayudar a este colectivo, las administraciones tienen en marcha iniciativas como, por ejemplo, el Programa de Acogimiento Familiar para personas mayores de la la Xunta, que ofrece ayudas individuales para mayores de 65 años que deseen acogerse a los beneficios de este plan. La finalidad "es procurar la permanencia de la persona mayor en su entorno habitual, facilitando así su integración y evitando el ingreso en centros cuando éste no sea adecuado o deseado". 

Pero este no es el único programa que la Xunta tiene a disposición de las personas mayores. También ha impulsado iniciativas como el Servicio de Ayuda en el Hogar, en el que Galicia sobresale por ser una comunidad referente, con casi 25.000 personas atendidas. 

También se ha apostado por otros programas que tienen la finalidad de atender a los mayores en su propio entorno, como la Teleasistencia, que atiende a más de 7.000 personas; Xantar na casa, que proporciona a 1.800 personas mayores un menú equilibrado para los siete días de la semanas; o el Programa de Coidados porta a porta, que lleva a todos los ayuntamientos de Galicia (a excepción de las siete ciudades) servicios de podología, estimulación de la memoria y oftalmología. De este última iniciativa se benefician más de 17.000 personas en toda la comunidad.

Además, el Gobierno gallego tiene otros programas de envejecimiento activo como Xuntos polo Nadal, destinado a personas solas en Navidad; o el de bienestar de balnearios que la Administración autonómica prevé retomar ahora que ha finalizado la emergencia sanitaria por la covid. 

Centros de día y residencias

Con respecto a aquellos servicios destinados a ofrecer unos cuidados diarios, cabe recordar que la comunidad gallega cuenta con una red de residencias y centros de día. De hecho, en Pontevedra se ampliará próximamente la oferta de plazas públicas de residencia con el centro que financiará, construirá y equipará la Fundación Amancio Ortega en la calle 12 de Novembro. Se trata de una inversión de 12 millones de euros, y un inmueble que contará con 120 plazas y que creará unos 110 puestos de trabajo. 

Para comprobar que todos estos servicios funcionan a pleno rendimiento, solo hace falta ver las cifras. Tal y como confirma la Xunta, en el municipio pontevedrés hay ya 400 plazas de residencia y 120 de centros de día; además, más de 130 personas tienen cuidados profesionales con el Servicio de Ayuda en el Hogar y otras 140 tienen teleasistencia en su casa. 

¿Cómo funciona el servicio de Teleasistencia de Cruz Roja? 

Este programa, financiado por la Xunta, se lleva a cabo a través de Cruz Roja. El sistema consiste en un pulsador que conecta directamente a la persona, desde cualquier estancia de la vivienda, con el personal de esta organización. 

En caso de emergencia, profesionales autorizados acceden al domicilio agilizando la atención y minimizando los daños. Además, es un servicio de compañía las 24 horas del día, los 365 días del año, e incluye contacto continuado, seguimiento, localización geográfica, recordatorio de medicación o citas médicas, e incluso custodia de llaves. 

En este sentido, es importante señalar que la página web de Teleasistencia de Cruz Roja cuenta, desde hace unas semanas, con una versión accesible que permite a las personas ciegas, sordas o con dificultades visuales o auditivas acceder a toda la información del servicio. 

Además, este pasado lunes, Cruz Roja puso en marcha nuevas actividades del programa destinadas a personas mayores de 65 años de la comarca, las cuales se desarrollan de lunes a viernes en horario de mañana y tarde y en los cuales se establecen diferentes grupos en función del número de personas que se anoten. Entre estos proyectos se encuentra el de Salud Constante (destinado a prevenir y fomentar hábitos de vida saludable) o Enrédate (para mejorar las relaciones laborales de las personas mayores en su entorno cercano y comunitario).


Las mujeres cobran 300 euros menos que los hombres
A nivel provincial, Pontevedra registró en el 2021 un total de 171.387 pensionistas, de los cuales el 48% eran hombres y el 52% mujeres. Para ver los importes de sus pensiones, es necesario hacer tres bloques. El primero de ellos representa a las personas de entre 65 y 74 años. Aquí, la media de lo que cobran es de 1.214,18 euros, aunque los hombres llegan a percibir una de cantidad de 1.368,49 y las mujeres 1.028,41. Es decir, una diferencia de más de 300 euros.

En el siguiente bloque está el colectivo de entre 75 y 84 años, donde la media de las pensiones es de 1.024,65 euros (1.200,16 los hombres y 859,79 las mujeres). 

En el tramo de edad de 85 años o más, la media en los hombres es de 1.025,48 euros y en las mujeres de 810,78.

Dina Martins
Dina Martins

Dina Martíns, 92 años: "Llego a fin de mes porque me ayudan mis hijos"

Con una pensión que apenas llega a 1.000 euros al mes, Dina Martins asegura que es muy complicado poder cubrir todas las necesidades y llegar a fin de mes con un cierto respiro económico.

"Voy arreglándome como puedo", reconoce, pero, "si llego a fin de mes es gracias a que tengo unos hijos que me ayudan".


José Bermúdez
José Bermúdez

José Bermúdez, 78 años: "Necesitamos que nos suban las pensiones"

"Lo que necesitamos los pensionistas es que nos suban el sueldo", señala José Bermúdez.

"Entre pagar unas cosas y otras, nos llega muy poco a final de mes", y más cuando una persona cobra menos de 1.000 euros, "como es mi caso", apunta.

"La vida sube, todo se encarece, y, como consecuencia, deberían subir un tanto por ciento de la pensión".


Mercedes Davila
Mercedes Davila

Mercedes Davila, 90 años: "El 82% de la pensión se me va en la vivienda"

Esta viguesa residente en Pontevedra asegura que llegar a fin de mes es "cada vez más complicado".

"El 82% de la pensión se me va en la residencia y después hay que pagar los medicamentos y muchas cosas que el seguro no nos da", lamenta.

"El dinero no llega, da malamente para tomar un café de vez en cuando y poco más".

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