Tan cerca y a la vez tan lejos

A pesar de su proximidad con la milla de oro, la calle Cruz Gallástegui está en pleno declive, con casi una decena de bajos en alquiler
Uno de los bajos que se alquilan en la calle Cruz Gallástegui. GONZALO GARCÍA
photo_camera Uno de los bajos que se alquilan en la calle Cruz Gallástegui. GONZALO GARCÍA

En apenas 190 metros que tiene la calle Cruz Gallástegui se pueden llegar a ver a día de hoy hasta casi una decena de bajos en alquiler. Una situación que demuestra la decadencia que está viviendo esta zona en los últimos años. Su cercanía con Benito Corbal, la popular milla de oro de la ciudad, no le ayuda, sino más bien todo lo contrario.

"A veces tener motores comerciales como Inditex o Mango ayuda a multiplicar el movimiento en otras calles próximas. Sin embargo, en este caso el efecto es el contrario. El poder de absorción de Benito Corbal es tan poderoso que vacía al resto, absorbe el impulso comercial de otras arterias", explica el propietario de la Inmobiliaria Javier Tovar, que cuenta con varios bajos en alquiler en esta zona.

Lo mismo ocurre con la Inmobiliara Pontevende, que cuenta con tres bajos en alquiler en esta vía y donde su dueño, Marcos López, asegura que Cruz Gallástegui "es una calle que no acaba de consolidarse nunca, no acaba de cuajar".

Pero, ¿por qué ocurre esto? La respuesta a esta pregunta no está en el precio del alquiler, ya que el metro cuadrado en esta zona se sitúa entre los 8 o 10 euros, frente a los casi 40 o 50 que registran algunos establecimientos de Benito Corbal. "Aquí el alquiler es un 70 o un 80% más bajo", confirma Tovar. A pesar de ello, algunos locales llevan "dos, tres o incluso cuatro años sin alquilarse".

Los expertos del sector creen que el motivo principal es que "no se instalase una firma potente como Inditex en esta calle". "Así se habría arrastrado a mucha más gente", afirma López.

"Pasar de una calle a otra es como cambiarte de ciudad"

Aunque la situación es complicada en esta zona, lo cierto es que muchos comerciantes llevan décadas sobreviviendo en ella. Un ejemplo de esto es Belén García, de la tienda Belén García Íntimo, que lleva abierta 30 años.

"Antes en esta calle se podía aparcar a ambos lados y siempre venía gente. Ahora, desde que se restringió el tráfico, pasa muchísima menos gente", asegura la empresaria, que achaca el problema a la peatonalización que se produjo en la zona en el año 2018.

La comerciante reconoce también que "en los últimos años las ventas han bajado hasta un 20%" y hace hincapié en que "esto va en decadencia".

Opinión similar la de Fabio Acuña, de Expert Infortronic, que lleva en Cruz Gallástegui más de dos décadas. "Esta es una calle peculiar porque realmente está súper céntrica, estamos a tiro de piedra de Benito Corbal pero, sin embargo, el flujo de gente está muy definido en esa zona", apunta.

El dueño de este establecimiento es consciente de las ventajas que tiene esta calle, como por ejemplo "que se puede acceder con el coche para hacer carga y descarga, que se puede pasear y tomarse tranquilamente un café...", pero, insiste, "le falta un poco de vida".

Además, Acuña hace hincapié en que "cuando hay un negocio cerrado siempre es un mal común, porque al final eso implica menos tráfico de gente y nos afecta a todos". Por no olvidar "la limpieza, que es mejorable, o la iluminación, que tampoco está bien".

"Está claro que aquí se puede aguantar porque hay negocios que llevamos aquí más de 20 años, pero no es fácil, porque al final es la pescadilla que se muerde la cola, si la gente no viene para aquí, no hay movimiento", añade el propietario de Expert Infortronic antes de afirmar que "pasar de una calle a otra es como cambiarte de ciudad. En épocas como el Black Friday, por ejemplo, en Benito Corbal no parabas de ver gente y aquí eras capaz de contar cuántas personas había".

Quien tiene experiencia en esta vía es también Armando Corbal, que estuvo al frente de la cafetería Merbeye durante 34 años y que cerró por jubilación hace dos meses. "Esta calle sufrió muchos cambios. Antes había cines y traían mucha juventud pero últimamente teníamos clientes mayores. Además, las cosas están muy difíciles para emprender y por aquí no paran de abrir y cerrar locales", explica Corbal. En su caso, su cafetería volverá a reabrir en diciembre con otros dueños.

"No hay nada súper interesante que motive a la gente a venir"

En Cruz Gallástegui hay quienes conocen muy bien las diferencias que hay entre esta calle y la milla de oro. Un ejemplo de ello es Nélida Viaño, de Pontetelas, comercio que estuvo durante seis años en Benito Corbal y que hace cinco se trasladó a la paralela.

"Llevo desde enero del 2018 en esta calle y me trasladé precisamente por la renta, porque en Benito Corbal era inasumible y aquí, aunque es alta también, no era lo mismo", explica Viaño, que reconoce que su alquiler bajó hasta la mitad. Además, ella tiene claro que "hay muy poca promoción de esta calle" y está convencida de que el problema radica en que "no hay nada súper interesante que motive a la gente a venir aquí".

Otra de las personas que también pueden opinar en primera persona sobre ambas vías es Pablo Martínez, ya que hace 15 años abrió su tienda Seven Shop en Cruz Gallástegui y hace dos abrió otra más pequeña en la milla de oro. Él coincide en que la primera "es una calle abandonada" y cree que el declive comenzó "con la peatonalización, que es absurda porque siguen pasando coches".

Historia. Hasta el año 1983 era un callejón sin salida

Cruz Gallástegui no siempre tuvo la misma imagen que la que tiene a día de hoy. De hecho, no fue hasta el 12 de agosto de 1983 cuando esta calle se abrió al tráfico. Hasta aquel entonces era un callejón sin salida desde la calle Sagasta. Además, el 28 de abril de 2018 el Concello pintó en la carretera un código de barras con el objetivo de reforzar su carácter peatonal.

Precios. Desde los 700 euros hasta los 1.500

La variedad de inmuebles que se alquilan en esta calle es enorme. Desde una cafetería de 55 metros cuadrados que se ofrece a 700 euros al mes, es decir, 12,73 euros el metro cuadrado; hasta otro local de 800 euros que cuenta con 80 metros cuadrados. O lo que es lo mismo, 10 euros por metro cuadrado.

El establecimiento más amplio, el que ocupaba hasta el año pasado la tienda Loli Baquero. Un local de 185 m² que se alquila por 1.500 euros. Es decir, 8,11 €/m².

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