Cruzar el charco para sacar el DNI en Pontevedra

Marisa Andrea Díaz Ruibal y su hermana Carina Carmen viajan desde su Buenos Aires natal para ser "españolas de pleno derecho" como lo fueron sus abuelos maternos emigrantes
Marisa Andrea Izquierdo y Carina Carmen. DP
photo_camera Marisa Andrea Izquierdo y Carina Carmen. DP

Nunca antes el simple hecho de obtener el Documento Nacional de Identidad (DNI) de España había resultado tan emotivo. Marisa Andrea Díaz Ruibal y su hermana Carina Carmen no lo pensaron dos veces a la hora de subirse a un avión y realizar un viaje de 9.941 kilómetros para efectuar este trámite burocrático y conseguir ser "ciudadanas españolas de pleno derecho".

Las dos hermanas viajaron desde Buenos Aires hasta Pontevedra con la intención de poder presumir y sentirse orgullosas de tener la nacionalidad española, la misma con la que sus abuelos maternos afrontaron a principios del siglo XIX el viaje inverso (de no retorno) al país andino.

Benjamín Ruibal había nacido en Cerponzóns en 1900. Con tan solo 19 años hizo la maleta y se embarcó rumbo a Argentina en busca de un futuro mejor. El destino, que en muchas ocasiones es caprichoso, le llevó a conocer allí a Carmen Fontecova, una mujer de la parroquia de Lérez. Ambos tuvieron una hija, Carmen, criada por una pareja gallega, que nunca mostró interés por conocer las raíces de su familia. Incluso renegó del origen de sus antepasados porque entonces los gallegos no eran muy bien vistos en la Pampa. De hecho, llegó a vender las tierras que había heredado en el rural de Pontevedra, "como si quisiera mantenerse lejos y deshacerse de sus raíces", explica su hija Marisa Andrea. Lamenta que la postura de su progenitoria las haya condenado durante años a una "desconexión absoluta" con los lugares de origen de la familia.

La propia Marisa Andrea fue quien dio el primer paso para revertir la situación y rescatar los lazos familiares que pudieran quedar en Cerponzóns. Decidió ponerse manos a la obra para recuperar el contacto con la parroquia porque está convencida de que "al conocer los orígenes uno entiende mejor quién es, de qué está hecho". Además, subraya que "muchas costumbres, características, modos de ser, facilidades, amores y obsesiones llegan desde nuestro pasado". ¡Y qué mejor modo de hacerlo que coincidiendo con la celebración, este fin de semana, de las fiestas patronales del pueblo donde nació su abuelo Benjamín y en que aún residen algunos familiares!.

Las dos hermanas recorrieron 9.941 kilómetros para buscar en la parroquia de Cerponzóns sus raíces familiares

Al contrario que su madre, tanto Marisa Andrea como Carina Carmen desean presumir de ser españolas, y para ello se aventuraron en un proceso por el que estuvieron esperando durante décadas y que culminaron en 2009 con la obtención de la ciudadanía española con residencia en el extranjero (en este caso en Argentina). Sacar el DNI fue este viernes la guinda, el punto y final del reto que se habían propuesto.

Ahora son ciudadanas españolas de pleno derecho, aunque en Argentina esta condición no les abre ninguna oportunidad. "Es más bien por un carácter afectivo", señala Marisa Andrea, que había estado en Cerponzóns hace un lustro. Cuando aterrizó en el aeropuerto de Peinador se le saltaron las lágrimas de la emoción porque "era como si trajera conmigo a mi abuelo de vuelta a su tierra natal, a la que tanto añoraba".

En ese primer viaje buceó en Internet y contactó con Juan José Esperón, directivo de la asociación O Chedeiro para saber si le podía facilitar alguna pista para encontrar a algún pariente que siguiera viviendo en Cerponzóns.

"Me subí al avión sola, sin conocer a nadie, y viajé a España. Sabía que existía Cerponzóns porque lo había investigado a través de Internet pero no sabía dónde estaba esa parroquia", recuerda Marisa Andrea, que aún conserva como oro en paño los viejos pasaportes de sus abuelos maternos.

Además, ya está preparando un tercer viaje a Cerponzóns, en el que le acompañarán sus tres sobrinas. Aunque dice que le encantaría poder fijar su residencia en Cerponzóns, asume que le resulta complicado después de toda una vida al otro lado del charco.

Argentina, país de origen de 125 inmigrantes

Argentina, con 125 entradas de residentes en este país -el número más alto desde 2008, cuando la burbuja inmobiliaria todavía insuflaba aire- ocupa el quinto lugar en la clasificación de países del que procede un mayor volumen de inmigrantes, por detrás de Venezuela, Brasil, Colombia y Perú.

La decisión adoptada por Marisa Andrea y su hermana Carina Carmen por viajar desde Buenos Aires a Pontevedra, donde habían nacido sus abuelos Benjamín y Carmen, es un caso que avala el resultado del último estudio sobre movimientos migratorios publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el que se puede ver que las inmigraciones triplican ya a las emigraciones y que, además, lo hacen con holgura. 

En el primer semestre de 2019 se contabilizaron 3.742 personas procedentes del extranjero que se mudaron a las Rías Baixas, un 253% más que las personas que hicieron lo contrario y se despidieron de Pontevedra (1.058). 

Las inmigraciones cuantificadas a principios del año pasado multiplican por tres las cifras de la poscrisis, según el INE. De hecho, entre 2012 y 2016 el cómputo final de cada semestre se quedó por debajo de las 2.000. 

Según las estadísticas, todos los inmigrantes que se trasladaron a Pontevedra solo el 11,6% tenían su domicilio habitual en España y otro 11,3% en otro país de la Unión Europea.

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