¿Cuáles son los pros y contras de la ciudad?

LA CALLE OPINA ►Los pontevedreses reconocen que el modelo de peatonalización ha permitido conseguir un municipio "cómodo y seguro" pero creen que hacen falta más aparcamientos, mayor limpieza y mayor fomento de los sectores comercial e industrial
Una de las cosas que más aprecian los vecinos es la tranquilidad y su ambiente familiar ANXO LORENZO
photo_camera Una de las cosas que más aprecian los vecinos es la tranquilidad y su ambiente familiar. ANXO LORENZO

Diario de Pontevedra sale a la calle para saber qué opina la ciudadanía sobre la capital de la provincia. ¿Cuáles son los puntos fuertes de la Boa Vila? ¿Y los deberes pendientes?

Todas las personas encuestadas coinciden en que lo más positivo del municipio pontevedrés es su modelo de ciudad. Un modelo que ha sido reconocido en infinidad de ocasiones a nivel nacional e internacional y que es un referente para muchos países.

Esta apuesta por la peatonalización por parte del Gobierno local en las últimas décadas ha permitido convertir a Pontevedra en una ciudad cómoda para sus vecinos y para sus turistas, quienes pueden recorrer sus calles y plazas caminando de una forma rápida y segura.

Por no hablar, explican algunos de los pontevedreses, "de la reducción de la contaminación acústica que esto implica", así como de la "disminución de accidentes". De hecho, la última víctima mortal registrada en Pontevedra por un accidente de tráfico fue en el año 2011, algo que demuestra el éxito en este aspecto.

Esta es sin duda una villa para los peatones, tanto para los más pequeños, quienes pueden hacer uso de las plazas con total libertad, como para los mayores, que pasean por sus callejones más emblemáticos sin ser molestados por los vehículos.

Aspectos a mejorar en la ciudad de Pontevedra

El cierre de negocios y la falta de atracción a nuevas empresas preocupa a los pontevedreses ANXO LORENZO
El cierre de negocios y la falta de atracción a nuevas empresas preocupa a los pontevedreses. ANXO LORENZO

A pesar de ser una ciudad modelo para muchos, no es oro todo lo que reluce. La supresión de vehículos en el centro de la villa que puso en marcha el Gobierno local, liderado por el actual alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, allá por el año 1999, sigue provocando también algún que otro pequeño conflicto entre quienes la habitan.

La mayor crítica por parte de la ciudadanía es la falta de aparcamiento. En la capital de la provincia hay actualmente un total de 11 aparcamientos disuasorios, los cuales disponen de más de 1.800 plazas gratuitas. Todas ellas están ubicadas en los alrededores de la Boa Vila, y es por ello que muchos vecinos llevan años demandando más parkings públicos en el centro.

Otro de los puntos débiles que más se están repitiendo en los últimos meses por parte de la ciudanía de Pontevedra es el tema de la limpieza. Los vecinos denuncian desde contenedores llenos de bolsas de basura hasta suciedad en las calles, tanto en las más céntricas como en las del rural.

Aunque sin duda una de las flaquezas más repetidas tiene que ver con el tejido empresarial. Las personas encuestadas en este reportaje creen que el Concello de Pontevedra debería tratar de atraer a más empresas a la ciudad, así como ayudar a fomentar las compras en el comercio local, unos negocios que, con el apogeo de grandes cadenas como Inditex, y con el "boom" de las compras online, parecen estar más que abandonados.

Otro aspecto son las zonas rurales. Los vecinos de las parroquias llevan años exigiendo mayor cuidado y atención del Concello de Pontevedra con los barrios. En el mandato pasado, el Gobierno local aseguraba que trabajaría por impulsar acciones en estas zonas del municipio. Aquí todavía quedan tareas pendientes, según la opinión de los ciudadanos. La principal, poner en marcha un maratón de obras en las parroquias que no han recibido aún los estándares urbanísticos de la ciudad para poder seguir extendiendo el "Modelo Pontevedra". Tras los resultados de las últimas elecciones municipales, el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, dijo que tomaría nota a este respecto. En los próximos cuatro años será uno de los puntos de atención.

ASÍ LO VEN LOS VECINOS

Lourdes Méndez, 51 años: "Últimamente lo peor es la limpieza. Está toda la ciudad muy sucia"

Vive en una calle muy próxima al centro de Pontevedra, más concretamente en la Avenida de Vigo, y por ello, apenas hace uso del coche. "Para mí lo mejor es la peatonalización. Al vivir cerca, para mí es una ciudad muy cómoda porque dejo el coche en casa, vengo andando al centro y puedo ir a todos los sitios muy fácilmente", explica.

En la parte negativa de la balanza, esta pontevedresa tiene claro qué es lo que se debería cambiar. "Últimamente lo peor es la limpieza. Antes siempre veías a gente limpiando y ahora no se ve a nadie. El tema de la basura está mal, y hay zonas de la ciudad muy sucias", critica.

Daniel Mera, 19 años: "Lo mejor es el ambiente que hay, sobre todo para niños y los mayores"

Reconoce que tiene mucho más claro los pros de la ciudad del Lérez que los contras, de hecho, le cuesta encontrar algo negativo de la ciudad.

"Yo creo que lo peor de Pontevedra es que al haber tantas zonas peatonales, han dejado muy mal comunicada la ciudad para los coches, sobre todo en el tema aparcamiento", destaca.

Lo que sí tiene más claro este joven son las ventajas de la Boa Vila. "Lo mejor es el ambiente que hay, sobre todo para los niños, aunque también para las personas más mayores. Además, no es una ciudad peligrosa, ni mucho menos, y eso también es positivo", asegura. 

María González, 19 años: "Hay poca contaminación y parece una ciudad segura"

Esta joven pontevedresa de 19 años tiene claro que los puntos fuertes de la capital de la provincia son su modelo de ciudad y su seguridad.

"Lo mejor es que al ser peatonal tiene muy poca contaminación acústica y me parece también una ciudad muy segura y muy familiar", apunta.

Lo peor, resalta, "es que cada vez hay menos locales abiertos por la zona vieja, no solo en cuanto a bares, sino también en cuanto a las tiendas. Estaría bien que le diesen más vida a los comercios".

"Algo que puede ser bueno y malo a la vez", añade, "es que al ser una ciudad tan pequeña, nos conocemos todos".

Gerardo González, 37 años: "Hay menos accidentes y se fomenta el ejercicio físico"

La opinión de Gerardo González es muy similar a la de Güimil, ya que tanto los pros como los contras que él destaca de la ciudad del Lérez son consecuencias directas del modelo de peatonalización.

"Lo mejor creo que es la seguridad y el poder llegar andando a todas partes. Esto reduce la contaminación, los accidentes, y, como mucha gente baja andando al centro, esto también fomenta el ejercicio físico".

En el lado contrario, "la parte negativa es la falta de aparcamiento que hay en la ciudad", así como también las dificultades que hay "para llegar rápido a un punto. Eso si vas en coche es imposible".

Adriana Güimil, 33 años: "Es cómoda porque puedes ir andando a todas partes"

Para esta pontevedresa las ventajas y las desventajas de la capital de la provincia surgen del mismo punto: el modelo de ciudad.

Por un lado, en la parte positiva, Andrea Güimil destaca que "se puede ir andando a todos los lados y eso es muy cómodo porque no tienes que utilizar el coche para nada". 

Sin embargo, esto también provoca que "para aparcar hay que ir siempre a un parking privado. Los públicos están a las afueras, podrían hacer alguno por el centro".


Eulogio Vázquez, 64 años: "En Pontevedra no existe tejido empresarial"

Aunque Eulogio Vázquez sí que es consciente de que "Pontevedra es un lugar muy cómodo a la hora de pasear, de caminar, y también para vivir", en su opinión hay más pros que contras en el actual modelo de ciudad.

"Lo peor que tiene este municipio es que trabajar aquí es muy complicado. Solo hace falta fijarse, por ejemplo, en las
empresas de reparto. Lo tienen muy difícil para poder acceder al centro y llevar los pedidos", explica Vázquez.

"Y derivado de esto", añade, "en Pontevedra no existe mucho tejido empresarial". "Hay mucha gente por la calle, paseando, pero en los comercios hay menos", lamenta este pontevedrés.
 

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