La cuenta atrás para recuperar la vida precovid está siendo eterna para un número importante de emprendedores, autónomos y trabajadores que, un año después de que se declarase el estado de alarma, siguen esperando turno para volver a la actividad. Feriantes, trabajadores del ocio nocturno, profesionales de orquestas, guías turísticos, monitores de actividades infantiles... Las restricciones aprobadas para frenar la expansión del virus han dejado fuera de combate a un buen puñado de perfiles profesionales que se las ven y se las desean para mantener la economía a flote. El colchón de los ahorros se ha ido haciendo más delgado conforme se sucedieron las olas de la covid y en algunos casos (no pocos) la cuenta corriente está ya escuálida, si no es que tocada por las deudas.
Las ayudas públicas no han llegado a todos los que la necesitaban, abocando a los afectados a buscar recursos en el entorno familiar o a reciclarse a la fuerza. Ninguno contaba con que aquel virus de Wuhan que les obligó a confinarse en marzo de 2020 fuera tan letal y resistente.
11.000 EN ERTE. El último recuento realizado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social arroja que 4.124 empresas de la provincia de Pontevedra continúan afectadas por un expediente de regulación temporal de empleo, 170 más que las que había a 31 de enero.
Los expedientes afectan a algo más de 11.000 empleados, cuyas prestaciones también han ido oscilando en lo que va de pandemia. Algunos han tenido la oportunidad de reincorporarse a su puesto de trabajo en las treguas del virus, mientras otros siguen esperando en la parrilla de salida, consumiendo días de paro y a la expectativa de cómo será la factura que pase Hacienda en la declaración de la renta. En el estado de alarma llegaron a estar en ERTE casi 90.000 trabajadores de la provincia.
SIN TRABAJO. El cese de actividad forzoso, unido al boqueo del mercado laboral, ha provocado que a día de hoy el 54% de los demandantes de empleo que hay en el concello pontevedrés sean parados de larga duración.
3.111 de los 5.807 desocupados con los que cerró marzo llevan buscando trabajo desde hace más de un año, otros 819 (14%) permanecen en la lista de demandantes entre seis y doce meses y 1.497 (26%) entre uno y seis meses.
El sector servicios concentra la mayoría de las demandas de empleo y de los negocios vetados por las medidas que pusieron punto y aparte a las multitudes. El fin del estado de alarma podría permitir a algunos volver al ruedo, aunque muchos mantienen la esperanza confinada. Recuperar la confianza para convivir con "otros" puede llevar más tiempo que la ansiada inmunidad de rebaño.
"Tiña todo completo ata decembro, pero chegou isto e acabou todo cancelado"
Anxo Santomé, promotor de Guíate Galicia, pasó de estar al 100% de actividad "a cero" a causa de la covid. Las restricciones y el miedo al contagio maniataron su empresa, dedicada a realizar rutas guiadas en el extranjero, expediciones VIP en Galicia y excursiones a la carta en todo el territorio nacional. "A dous días de que se declarase o estado de alarma tiña todo completo. Estaban programados cruceiros e rutas ata a ponte de decembro, cando tiña previsto enlazar cos roteiros para ver as luces de Nadal de Vigo, pero chegou isto e acabou todo cancelado", explica a este periódico.
Las sucesivas olas de la pandemia fueron desbaratando todas las programaciones de rutas turísticas que diseñó este joven autónomo en el último año, de modo que aunque el trabajo se multiplicó "por tres" con tanta planificación y cancelación, la facturación fue nula. "O único traballo que fixen en todo o ano foron seis visitas, dun matrimonio cada unha".
A corto plazo sus expectativas no son muy halagüeñas, por el "ritmo de vacunación" y porque cree que otoño "non haberá moitos paquetes turísticos no mercado". En su opinión, el gremio no recuperará el tono hasta la Semana Santa del año que viene, cuando cree que el viajero podría recuperar algo más de confianza; por eso demanda apoyo por parte de la Administración, sobre todo ayudas fiscales que permitan coger oxígeno. "Eu tiven a sorte de crear unha clientela sólida nestes anos e ter aforros, pero chegará un momento en que se complicará a subsistencia", advierte Santomé, que en todo este tiempo no ha percibido "ningunha axuda".
A falta de conocer qué ocurre, Guíate Galicia ha creado nuevos tours por la ciudad, que pueden ser reservados en su web. El último: uno por los puentes iluminados.
"Resistimos comiendo los ahorros de una vida y siendo prudentes a la hora de gastar"
Las atracciones de feria que regenta la familia Camarero permanecen aparcadas desde octubre de 2019, "cuando acabamos la temporada de San Froilán". La pandemia no les dejó arrancar la temporada del año pasado y aún hoy les impide abrir la taquilla del scalextric y las pistas de coches de choque, donde Menchu, su hermano y su padre llegan a emplear a "entre cuatro y cinco personas".
¿Cómo han resistido todo este tiempo? "Comiendo los ahorros de toda una vida, los que juntaron nuestros padres, y administrándonos mucho, siendo muy prudentes a la hora de gastar", señala la empresaria.
"En una temporada habitual" esta familia de feriantes, naturales de A Coruña, pero residentes en Vilagarcía "desde hace muchos años", ya estaría de gira, tras dar el pistoletazo de salida con las fiestas de Padrón. Sin embargo, este año las atracciones están sin montar y, aunque Menchu se resiste a perder la "esperanza y la ilusión", ve "complicado" trabajar este año como lo hacía antes de la covid .
El desbloqueo depende en gran medida de lo que ocurra estos días. Los feriantes han emplazado a la Administración autonómica a que les dé luz verde para trabajar al menos en "pequeños grupos de atracciones" que vayan rodando por Galicia, "sin necesidad de que haya verbena". "La Xunta nos ha vinculado con fiestas y aglomeraciones muy grandes, pero esperamos que en los próximos días nos levanten esta restricción. De hecho, ya le hemos entregado un protocolo realizado a nivel nacional con las medidas de prevención para que lo evalúe el comité", subraya Menchu. Las pistas de Camarero son un clásico de las fiestas de A Peregrina y también de la Navidad. El carrusel de A Ferrería lleva su firma.
"De ser dependiente he pasado al sector funerario, vaya si me he reciclado"
Iván Parada es uno de los muchos empresarios del ocio nocturno que apagaron las luces en marzo del año pasado y que no han vuelto a servir una copa puertas adentro. Su local es el emblemático Bazaar (Praza do Teucro), donde junto al resto de socios hizo el intento de funcionar como terraza, pero sin que la idea llegara a cuajar. Los ingresos no daban para cubrir gastos y "esto no deja de ser Galicia, los días de terraceo son contados".
"Por suerte" ha conseguido renegociar el alquiler co
n los propietarios del local y entre los ahorros y las "pocas" ayudas recibidas ha logrado mantener el pub con pulso. Lo que no ha podido esquivar es el golpe de la pandemia, que de la noche a la mañana le obligó a reformular sus planes. Justo cuando apareció la covid, había decidido dejar su anterior trabajo para centrase en el pub, "un proyecto mío que me hacía mucha ilusión". Y aunque al principio resistió, acabó buscando plan b. "De ser dependiente pasé al sector funerario, así que vaya si me he reciclado", indica.
El promotor respalda sin titubeos la demanda de más ayudas que hacen los compañeros del gremio, "porque no nos pueden cerrar y hacer cumplir todas las obligaciones administrativas". Y aunque no tiene clara la fecha de regreso del ocio nocturno, sabe que será una vuelta con requisitos. "El formato no será el de antes".
"Que te llame la subcampeona del mundo es un sueño, pero se paró todo"
Celso Galán conoce por partida doble la capacidad de un virus para congelar un negocio y detener una carrera profesional. El coronavirus vació las aulas de la escuela de danza Fita Novas que dirige en la calle Peregrina y le apartó de las competiciones, justo cuando estaba a un paso de saltar a la pista con la subcampeona del mundo sénior de baile deportivo, la belga Eun Sook Scherf, con la que sigue entrenando a casi 3.000 kilómetros de distancia. "Que te llame alguien así es el sueño de cualquiera. Vio unos vídeos míos y tras varias pruebas me escogió. Hice varios viajes a Bélgica y cuando empezamos a tener todo listo para las competicio
nes tuvimos que pararlo todo. Ahora seguimos practicando online con nuestros entrenadores de Amberes y Madrid, pero decidimos mantener lo de las competiciones en stand by", señala Galán, especializado en las categorías de baile latino y standard.
La academia estuvo cerrada hasta hace un mes, lo que llevó a este bailarín a limitar su actividad a la fábrica en la que trabaja desde hace varios años. Ahora la escuela exige mascarilla y ha pasado de un aforo de 20 personas a un máximo de nueve, "un auténtico varapalo" que, pese a todo, ha obtenido una respuesta muy positiva. "La gente tiene muchas ganas de bailar y, de hecho, tenemos todas las clases completas", concluye Galán.
