¿Hasta cuándo el desabastecimiento?

El mensaje es claro, tanto por parte de la patronal farmacéutica, como en las grandes empresas alimentarias y también desde el Gobierno. "No habrá problemas de abastecimiento", repiten a coro
Personas comprando en un supermercado de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Personas comprando en un supermercado de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Por cada mascarilla que se vendía habitualmente antes del estallido del coronavirus, las farmacias gallegas tienen ahora una demanda de 800. Y las peticiones crecen día a día sin que las empresas fabricantes y las distribuidoras sean, por ahora, capaces de atender los deseos de los consumidores.

El desabastecimiento existe, pero no porque se hayan dejado de fabricar o distribuir. En realidad, los aumentos de la producción de mascarillas en las últimas semanas los está absorbiendo por completo el sector hospitalario que, aún así, todavía tiene claramente insatisfecha su demanda. La misma explicación sirve para los guantes, los geles hidroalcohólicos o la ropa del personal sanitario (Epi), aunque los fabricantes están adaptando ya sus procesos para reabastecer a España en el menor plazo posible.

El decreto de alarma nacional aprobado por el Gobierno y las decisiones posteriores prevén incluso la intervención de empresas para garantizar que las producciones se adapten a esta nueva e inédita realidad. Esta posibilidad incidiría igualmente en los precios de los productos, algunos de los cuales se han disparado por la insuficiente relación entre oferta y demanda durante las últimas semanas.

Cualquier persona física o jurídica que tenga almacenados estos productos se enfrenta a una sanción si no los pone a disposición del Gobierno. La solidaridad comienza a llegar desde China o Corea. Pero el material no llega todavía ni a los hospitales ni a las farmacias.

Los responsables médicos y sanitarios consideran medidas más eficaces y efectivas el cuidadoso lavado de las manos con agua y jabón

El equipo ministerial formado para esta crisis del coronavirus tiene el control absoluto de los estocajes, la capacidad de fabricación y la distribución y el abastecimiento. Puede intervenir directamente las empresas y adaptar su producción a las necesidades reales del país. Pero de momento no está sucediendo, al menos con los epis, los geles y, sobre todo, las mascarillas.

Las mismas autoridades advierten de que este tipo de protecciones buconasales no son útiles para evitar el Covid-19. La verdadera utilidad de las mismas es que quien padezca algún tipo de afección no la contagie. La mascarilla atrapa las gotículas de saliva al respirar, estornudar, hablar o toser. Cuantos más contagiados haya en España, más personas deberían utilizar estas mascarillas, pero no como elemento de prevención propia, sino para impedir el contagio hacia los demás.

Los responsables médicos y sanitarios consideran medidas más eficaces y efectivas el cuidadoso lavado de las manos con agua y jabón, o las soluciones desinfectantes, que también han disparado su venta más de un 700% en apenas diez días. Además, están los hábitos personales, que pasan por mantener una distancia de metro y medio con nuestros interlocutores, evitar las aglomeraciones o tener cuidado al toser y hacerlo en la cara interna de la manga o en pañuelos desechables que luego se tiran a la basura.

Así las cosas, el Gobierno espera controlar en el plazo de una semana la totalidad de la cadena productiva y de consumo para dominar el abastecimiento de fármacos y utensilios habituales en las tareas de tratamiento y prevención del coronavirus. Y junto a estas garantías, claves en un momento como este, de máxima expansión del virus, está también la necesidad de frenar a los especuladores. En Italia, por ejemplo, la Fiscalía ya se vio obligada a intervenir por la compra masiva de estos productos que luego se vendían por Internet a precios abusivos. Profesionales sanitarios y farmacéuticos esperan soluciones al desabastecimiento en cuestión de días para evitar problemas más serios, evitar contagios entre este personal especializado y calmar las protestas de los usuarios probados. 

La red española de establecimientos de este tipo supera las 24.000 tiendas, entre supermercados e hipermercados, junto con otros 30.000 locales de comercio tradicional

SUPERMERCADOS. Y en los supermercados... ¿funcionará el abastecimiento o habrá problemas? La respuesta oficial es que sí funcionará. Las patronales de las superficies de ventas alimentarias lo confirman. Es más, recuerdan que España cuenta con una de las redes de distribución de alimentos más eficientes de toda Europa y preparada además para contingencias extraordinarias.

La red española de establecimientos de este tipo supera las 24.000 tiendas, entre supermercados e hipermercados, junto con otros 30.000 locales de comercio tradicional. En realidad existe una tienda alimentaria de gran marca por cada 2.000 habitantes, una cifra que llega hasta los 840 consumidores por establecimiento alimentario si se contabiliza también la distribución detallista.

Según la patronal, Asedas, la accesibilidad de los ciudadanos españoles es total y si algún local tuviera que cerrar por contagio de sus empleados, los consumidores siempre tendrían opciones alternativas en radios cercanos. Además, el Gobierno garantiza el normal funcionamiento del transporte para un abastecimiento correcto en cualquier circunstancia.