La antigua sede de la Agencia Tributaria, en los jardines de la plaza de Ourense, recibirá antes de que finalice el año la ansiada brigada de obreros que se encargarán de rehabilitar totalmente sus maltrechos tejados, carcomidos después de más de diez años de abandono.
Ese, al menos, es el compromiso que le ha trasladado el Ministerio de Cultura a los senadores pontevedreses Pilar Rojo y Miguel Lorenzo, después de haber presentado una serie de preguntas escritas sobre el futuro de este emblemático edificio.
Concretamente, los populares deseaban conocer si realmente se iba a acometer esa intervención, si ya estaba definido el plan de usos que tendría el remozado inmueble, si se confirmaba su destino a Archivo Histórico Provincial y si había previsión de fechas.
Recordaban que en los Presupuestos Generales del Estado de 2021 se incluyó una partida de 87.000 euros para definir ese plan de usos, pero desde que Cultura asumió la titularidad en 2019, el edificio estaba casi en ruinas y pidiendo a gritos una reforma.
Pues bien, la cartera que dirige Miquel Octavi Iceta i Llorens ha respondido afirmativamente a todas esas cuestiones.
En primer lugar, asegura que "actualmente se dispone del programa de necesidades (el plan de usos) sobre el que se elaborará el pliego de prescripciones técnicas para la redacción de proyectos de adecuación del antiguo convento de San Francisco y posteriormente Delegación de Hacienda".
Agrega que ese paquete de medidas tienen una clara finalidad: convertir la vetusta construcción en el nuevo Archivo Histórico Provincial de Pontevedra.
Las obras, prioritarias. En este sentido, alerta de que antes de llevar a cabo ningún diseño del interior, "el principal problema actual del edificio histórico son las cubiertas", por lo que resulta prioritario su rehabilitación integral, "que se prevé iniciar en el presente ejercicio 2021".
Y va más allá, pues el Ministerio desvela que ya ha partida presupuestaria para ejecutar esta intervención: 400.000 euros.
El acceso a la vieja sede de Hacienda desde los Jardines de Casto Sampedro permanece acordonado desde el pasado mes de marzo, ante el riesgo de desplome de elementos de su fachada. De hecho, los Bomberos tuvieron que asegurar la zona tras el desprendimiento de unas tejas.
