Los granates, curtidos en alivios y descensos

Los jugadores del Pontevedra acumulan más de 60 experiencias en luchas por la permanencia con sus equipos ► Entre sus vivencias deportivas a lo largo de sus carreras profesionales se suman más de 30 pérdidas de categoría
Damià Sabater, Imanol García y Álex González conocen lo que es lograr un a permanencia y perder la categoría con otros equipos o con el propio Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Damià Sabater, Imanol García y Álex González conocen lo que es lograr un a permanencia y perder la categoría con otros equipos o con el propio Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Los jugadores del Pontevedra poseen sobrada experiencia en batallas por la permanencia y en situaciones extremas, aunque los equipos de los que formaban parte no siempre pudieron solventarlas con éxito.

En la pelea por la salvación en diferentes categorías, los futbolistas del Pontevedra han vivido más de 30 descensos con sus diferentes conjuntos a lo largo de sus carreras, en los casos de algunos jugadores, muy dilatadas. Los mismos deportistas han tenido éxito en la pelea por evitar el descenso en otras circunstancias y han vivido ascensos y play-off a categorías superiores.

La experiencia en lides similares a la que afrontan no será su principal hándicap, aunque no todos han vivido la circunstancia de estar peleando por no descender teniendo cuando sus plantillas habían sido confeccionadas para objetivos superiores, como es el caso del actual Pontevedra.

Entre los miembros del colectivo granates, los que se han visto más veces en plantillas de la clase baja, condenadas a luchar por conservar su estatus, han sido el portero Mario Fernández y el media punta Jorge Fernández. El arquero cántabro, entre el Racing B, el primer equipo santanderino, Osasuna y Unionistas se ha visto hasta en siete ocasiones batallando por salvar la categoría. Ha sufrido nada menos que seis descensos: uno a Segunda, tres a Segunda B y dos a Tercera.

Mario también ha disputado varios play-offs y disfrutado cuatro ascensos de categoría en su dilatada carrera.

Jorge, habituado a competir para conjuntos ascensores de su Asturias natal, ha vivido hasta siete temporadas de máxima tensión y cuatro descensos, dos en play-out.

Mario Fernández es el que más veces ha visto a su equipo perder la categoría: seis. También ha vivido cuatro ascensos 

Los jóvenes también se han visto en este tipo de situaciones. Es el caso de Álvaro Cortés, Pitu y Santi Figueroa. En el caso de los dos primeros, formaban parte de escuadras que la pasada campaña, cuando se produjo el lock-out a causa de la Covid-19, estaban en zona de descenso a Tercera. Santi, por su parte, bajó con el Céltiga a Preferente, víctima de los arrastres de Segunda B.

El club de peor recuerdo para Aitor Núñez fue Tenerife: pasó de Primera en 2009 a Segunda B en la 11. El madrileño evitó descensos con el Rayo en Primera, con el Eldense y el Inter de Madrid.

Xisco Campos vivió la parte más amarga del fútbol en Mallorca con el descenso del pasado curso a Segunda, en Tarragona a principios de la década pasada y en Castellón. Su carrera tiene bastantes más luces que sombras (con dos ascensos dentro del propio fútbol profesional, incluidos).

Víctor Vázquez tuvo años negros en el Celta B y el Racing de Ferrol, con descensos a Tercera División.

UN DESCENSO. Pol Bueso solo padeció un descenso en sus más de 15 años en el fútbol profesional: en Castellón.

Eneko Zabaleta fichó el año pasado en el Pontevedra procedente de un Tudelano en apuros.

Imanol García, por su parte, sufrió la cara amarga del fútbol con Osasuna, con el que también gozó de un ascenso a Primera. El navarro también padeció el descenso con el Nastic de Tarragona.

Adrián Cruz eludió el descenso a Tercera con el Marino de Luanco o el Burgos, pero no con el Pontevedra o el Montañeros hace una década.

El Espanyol B y el Atlético de Madrid B hicieron conocer a Borja Martínez lo que es un descenso. El madrileño está habituado a vivir en terreno pantanoso, al igual que Damià Sabater, que alternó momentos de brillo y de sombras en su etapa en el Real Mallorca, tanto en su primer equipo como en su filial.

Un muy joven Óscar Fernández vivió su primer descenso con el Racing de Santander en 2015. Evitó el drama en Castellón y Don Benito, lo mismo que Oier Calvillo en la Real Sociedad, en la única campaña hasta la fecha en que se vio involucrado en una situación de luchar por la permanencia.

El capitán granate Álex González fue clave en la salvación de la campaña 2017-18. Solo descendió una vez, con el humilde Tropezón.

Charles esquivó el descenso de Primera con el Eibar en varias ocasiones y también con el Córdoba en Segunda División. No le fue tan bien con el Pontevedra en su debut en el fútbol español en la 2004-05.

Rufo también sufrió un descenso en el balompié nacional, con el Sanluqueño, pero colaboró para evitar el descenso del Inter en la 2018-19.

Todos han tenido momentos gloriosos, momentos de alivio y momentos de pesar a lo largo de sus carreras deportivas. El domingo deberán hacer uso del aprendizaje que han acumulado para competir contra el Oviedo B y evitar el descenso a Tercera.

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