Da Silva convoca a los padres de alumnos para reorganizar los Camiños Escolares

La concejala de Protección Cidadá, Carme da Silva, y el jefe de la Policía Local, Daniel Macenlle, celebrarán la próxima semana dos reuniones con los padres de alumnos de los centros educativos implicados en los Camiños Escolares. La intención es abordar "a retirada dos colaboradores e novas propostas".

Los encuentros son convocados por las direcciones de los centros a instancias de la Concellería. El primero será en el salón de actos del Ceip Manuel Vidal Portela y a él están invitados, además de los progenitores de los alumnos de este colegio, los de los Ceip Praza de Barcelos y Álvarez Limeses. Aunque en principio la cita está fijada para el próximo lunes, 24 de octubre, Da Silva puntualizó este martes que hay un error con la fecha. "As reunións serán o martes e o xoves da semana que vén con todas as Anpas de todos os Camiños Escolares". Actualmente son siete los centros implicados en este proyecto, que se inició en 2010. Además de los tres mencionados, también participan el CEP Marcos da Portela (Monte Porreiro), los Ceip Campolongo y Froebel y el CPR As Doroteas. La intención es sumar a estos, ya consolidados, otros situados en zonas rurales como O Cabo y Os Praceres (Lourizán) y el Ceip Cabanas (Salcedo).

ALTERNATIVA. La visita realizada a Pontevedra por el psicopedagogo italiano Franceso Tonucci el pasado mes de septiembre desveló la intención del Concello de reformular el proyecto, lo que podría pasar por suprimir la actual red de vigilantes que se encargan de controlar a pie de calle a los niños que participan en la iniciativa, dirigida a escolares de entre siete y doce años que van solos al colegio o acompañados por un adulto.

En la actualidad este servicio lo presta la empresa Anias, que firma un contrato al efecto cada mes. El vigente expirará a finales de octubre. Fue la propia Da Silva quien manifestó hace cuatro semanas que "os Camiños Escolares non son só os monitores. O seu obxectivo principal é mellorar a autonomía dos nenos". La alternativa a los vigilantes pasaría por crear un equipo de más de 30 voluntarios -como en los orígenes- que ayudasen a los niños en su trayecto hacia el centro educativo. Esta labor podría ser ejercida por los padres, una posibilidad que el Concello exploró el año pasado pero que no llegó a concretarse.