Acaba de pasar unos días en Pontevedra. ¿Porque siempre hay que volver a casa por Navidad?
Sí, hay que volver a ver a la familia. La mía sigue estando toda ahí, salvo mi mujer y mis hijos. Voy a Pontevedra menos de lo que gustaría, pero cuando hay niños de por medio las cosas se complican. Aún así, no perdono dos semanas en verano y unos días en Navidad.
¿Se acuerda de sus inicios en Radio Pontevedra o quedan muy lejos ya?
¡Me acuerdo mucho! Siempre he dicho, y lo mantengo, que, más allá de lo que estudies en la universidad, donde aprendes el oficio es cuando empiezas a trabajar. Y yo empecé allí.
Ahora forma parte del equipo de presentadores de Estudio Estadio, un programa mítico de Televisión Española. ¿Pesa mucho su historia o no tiene nada que ver con lo que fue?
Es muy diferente. El panorama audiovisual ha cambiado mucho. De lo que yo recuerdo cuando veía Estudio Estadio hace 25 años a lo que es hoy no tiene nada que ver. Pero dentro de la variedad que tiene la tele y lo que a mí toca organizar y presentar, que suele ser el programa de los sábados por la noche, intento mantener la esencia de aquel espacio, para que quien se siente a las diez de la noche a ver los goles de la jornada pueda hacerlo. Y hacerlo de forma tranquila y relajada. Aunque, insisto, las cosas han cambiado mucho en 30 años y no se puede pretender hacer lo mismo que entonces.
¿La Liga de fútbol española es "la mejor liga del mundo"?
No sabría decirte si es la mejor. Como todas las comparaciones, es complicado establecer en base a qué parámetros. ¿Estamos hablando del nivel medio de los 20 equipos de nuestra liga con respecto a los 20 de la liga inglesa? ¿De si la organización de la competición es mejor o peor que en Alemania o que en Italia? ¿Del interés que despierta en los aficionados? En todo caso, la liga española sí es emocionante. Entre otras cosas, porque más allá de la pelea por el título, que es en lo que mucha gente se fija, siempre es interesante prestar atención a la lucha por ser tercero o cuarto, o por ver qué equipos aspiran a competiciones europeas, o por ver cómo los clubes a los que les ha ido peor intentan evitar el descenso a Segunda División. Para quien le guste el fútbol, y es mi caso, tiene muchos alicientes.
La opinión se ha apoderado de muchas parcelas informativas. Se nota en el fútbol, pero también en la política
¿Se hace buena información sobre fútbol en España?
Sí, se hace. Hay una enorme oferta de contenidos y dentro de ella hay propuestas de todo tipo. Hay información deportiva y futbolística pura y dura, y hay otro tipo de contenidos más dirigidos hacia el espectáculo. Podríamos decir que va en gustos, aunque al ver los informes de audiencias parece que los espectadores respaldan de forma contundente estos últimos formatos. Así que respeto máximo en ese sentido. A mí, personalmente, me gusta más la información deportiva pura y dura.
¿La opinión y el espectáculo han desbancado a la información en el mundo del fútbol?
La opinión, en general, se ha apoderado de un montón de parcelas de la información. Pensemos en la política, por ejemplo. En cualquier canal de televisión, en cualquier emisora de radio, a cualquier hora, te encuentras con tertulias. Otra cuestión es si habría que reflexionar sobre si este es el camino que deben seguir los medios. El deporte no ha hecho más que sumarse a una tendencia.
¿La televisión pública debe entrar a competir por las audiencias ofreciendo este tipo de espacios respaldados por el público?
Yo creo que la televisión pública debe estar atenta a las audiencias, valorarlas, pero no obsesionarse con ellas. Su objetivo debe ser ofrecer el mejor producto posible para una audiencia a la que debe respetar al máximo siguiendo una serie de parámetros que pasan, por ejemplo, por el rigor. Son cuestiones que en un canal privado no tienen por qué tenerse en cuenta, pero en uno público sí. De cualquier forma, siempre hay que prestar atención al público porque tampoco tiene sentido ofrecer algo muy bueno que nadie "compre".
Yo creo que la televisión pública debe estar atenta a las audiencias, valorarlas, pero no obsesionarse con ellas
Una crítica habitual de los aficionados a los programas sobre fútbol es que se limitan a repasar la actualidad del Madrid y del Barça. ¿Es así? ¿Lo ocupan todo?
Admito esa crítica en general, porque Madrid y Barça dan de comer mucho, generan debate y opinión sin parar... pero yo no me siento aludido. Soy de los que defienden que hay vida más allá. En Estudio Estadio, en concreto los sábados, que es lo que me incumbe, nos esforzamos por intentar mantener un equilibrio entre los resúmenes de todos los partidos de ese día. Mira, de cada partido de Primera División se nos envía un resumen de doce minutos. Lo normal es que de los partidos del Madrid y del Barça se emitan completos, es cierto. Pero también lo es que del Eibar-Rayo Vallecano meteremos siete u ocho minutos sin fallo. Porque entendemos que los aficionados del Eibar y del Rayo Vallecano no deben ser menospreciados.
¿Me diría de qué equipo es?
Sí, claro. Soy simpatizante de dos equipos. Uno que heredé de mi padre, que es el Celta de Vigo. Soy aficionado desde que era muy pequeño y, a día de hoy, le sigo teniendo mucho cariño. El otro, que siempre estuvo latente y acabó por manifestarse tras trabajar con él día a día, es el Pontevedra. Una parte de mi corazón está en Pasarón. Incluso hoy, desde la distancia, no hay fin de semana en que mirar a ver qué ha hecho el Pontevedra sea de las primeras cosas que hago.
