La final femenina la disputaron la japonesa Momoko Kobori y la holandesa Isolde De Jong, entrenada por el técnico jefe del equipo femenino de la Federación Holandesa de Tenis, tenía muy bien preparado el partido, con las ideas muy claras y una estrategia que seguir. Su baza era un juego agresivo, evitar que la nipona impusiese su ritmo cansino y juego de largos peloteos. Sacó con una fuerza extraordinaria, esto le permitía disponer, casi siempre, de un segundo golpe muy fácil para cerrar las jugadas. Durante el primer set, la superioridad de la jugadora de Amsterdam no se reflejaba en un marcador claro. En el segundo set solamente hubo una jugadora en la pista, es que De Jong ganó el segundo set por ser 6-1, cuando en el cinco cero ya había dispuesto de dos pelotas de partido.
En la entrega de trofeos, tal y como es tradicional, la jugadoras tomaron la palabra para agradecer a sus equipos su apoyo durante el torneo y agradecieron a la organización su labor.
Los cuatro finalistas destacaron la calidad del torneo y mostraron su agradecimiento a la organización
Una vez finalizada la entrega de trofeos de la final femenina dio comienzo la masculina. Las gradas del Mercantil no eran suficientes para alojar a todo el público que se acercó a Mourente a ver este partido. Se encontraron en la pista número uno del pabellón principal a Eduard Güel, cabeza de serie número cuatro del torneo, y a Alex Davidovich. El partido se puede resumir en unas pocas pinceladas, Edu, como le gusta que le llamen sus amigos, tenía muy claro que no podía permitir a su rival dominar el partido, para ello sacó con fuerza, buscó a la mínima oportunidad cambios de dirección agresivos, restos ganadores y subió a la red en cuanto Alex dejaba una bola corta. Con esta táctica consiguió que Alex no pudiese jugar al ataque le obligó a defenderse y a correr más de lo que está acostumbrado, si a esto sumamos que Davidovich no estaba acertado, que le faltaba la inspiración que si había tenido durante el resto del torneo el resultado era de preveer, primer set 6-3 y el segundo 6-2
Durante la entrega de trofeos tomó la palabra en primer lugar el presidente del Mercantil de Pontevedra que agradeció a todas las instituciones y patrocinadores su apoyo y ayuda para hacer realidad el sueño de este torneo. Felicitó a todo el equipo de voluntarios, árbitros y personal de torneo su labor y por supuesto dio la enhorabuena a los campeones.
Tal y como marca la tradición cerraron la ceremonia de entrega de trofeos los dos jugadores en liza, en primer lugar habló el finalista que felicitó a su rival.
