Samuel es de Alemania, tiene 31 años, y llegó este domingo a Pontevedra tras ocho días recorriendo el Camino de Santiago Portugués desde Oporto. Camina solo, pero como él mismo asegura "no estoy solo en el camino porque me encuentro a mucha gente de lugares diferentes y eso es maravilloso". No obstante, el hecho de decidir hacerlo solo es una opción de la que no se arrepiente porque "si quiero paro o pernocto más tiempo en un lugar o hago stop cuando me apetece y puedo pararme a pensar, que es una de las cosas que yo quería experimentar".
Respecto a los motivos que le animaron a decidir llevar a cabo esta aventura, Samuel explica que "un amigo mío lo hizo en el año 2017 y me comentó lo que esta experiencia le cambió la vida. Él estaba en un momento difícil y me dijo que el camino le llevó a tomar una decisión en su vida de la que dudaba. Va más allá de lo espiritual. En mi caso al menos es así. No lo decidió por un tema religioso, sino por vivir una experiencia que me comentaron que era única".
Para Samuel, por el momento, la experiencia del Camino Portugués está siendo "muy satisfactoria, superando mis expectativas". Samuel suele caminar alrededor de 20 kilómetros diarios, dependiendo del tramo, y asegura que para él pernoctar en albergues no le supone ningún problema porque se encuentra con otros peregrinos que también proceden de fuera de la península. "Lo que más encontré son peregrinos de Portugal, Francia y algunos ingleses", afirma sorprendido.
"Lo que más me gusta del Camino es la gente de los pueblos de España y Portugal. Es muy acogedora, a pesar de que casi no sé nada de español" asegura sonriente este joven quien todavía tuvo la suerte de no sufrir las ampollas ni ningún percance físico. "Estoy acostumbrado a hacer deporte, aunque esto es distinto".
Otro de los aspectos del Camino que le ha sorprendido es el paisaje, algo que desconocía porque "es la primera vez que estaré en Santiago de Compostela y en Galicia. Sólo la conocía por las guías de viajes y la realidad en este caso es mejor". Samuel entró en Pontevedra por O Gorgullón y se dirigía hacia A Peregrina antes de hablar con este periódico. "No tengo intención de parar aquí, voy a continuar unos kilómetros más", porque este alemán no se propuso un día de llegada a la ciudad del Apóstol, "esa es la magia", afirma. "Escuché hablar sobre Finisterre como el final del Camino y puede que cuando llegue a Santiago decida continuar hasta allí".
