El secuestro de la familia de 'El Panadero': "¿Por qué dedo empiezo a cortar?"

José Ramón Dorgambide era una de las personas de la máxima confianza de David Pérez Lago. En noviembre de 2013 y con él entre rejas, presuntos sicarios acudieron a su vivienda. Iban a por el dinero del narco

Vista de la lujosa urbanización O Rial, frecuentada por narcotraficantes y donde ocurrió el secuestro. GOOGLE
photo_camera Vista de la lujosa urbanización O Rial, frecuentada por narcotraficantes y donde ocurrió el secuestro. GOOGLE

APENAS han pasado unos días desde que se conoció la última sentencia relacionada con la organización criminal dirigida por David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña. La condena a la narcoletrada Tania Varela dictada por la Sección Cuarta fue el penúltimo episodio de un asunto que, trece años después de la incautación del alijo (cerca de dos toneladas de cocaína en la playa de A Barda, en plena Costa da Morte), sigue de plena actualidad. En esta ocasión, en la Audiencia pontevedresa se juzgará lo que parece el intento de cobro (no se sabe si exitoso o no) de una deuda supuestamente contraída por el lugarteniente de Pérez Lago, José Ramón Dorgambide Casais, 'El Panadero', que, como Tania Varela, decidió poner pies en polvorosa cuando vio que el peso de la Justicia caía sobre sus hombros.

En noviembre de 2013, cuando los investigadores del Greco Galicia ya le habían vuelto a atrapar y cumplía condena por el citado alijo, tres encapuchados entraron en su lujoso chalé de la no menos exclusiva urbanización vilagarciana de O Rial. Dos de ellos (los que pudieron ser arrestados) responderán a partir del martes en la capital provincial por los delitos de robo con intimidación, detención ilegal y daños, después de hacerse pasar por guardias civiles para entrar en la vivienda, en la que se hallaban la esposa y la empleada del hogar del narco. Las maniataron, las trasladaron a una nave abandonada y las amenazaron con un único propósito: conocer el zulo en el que se hallaba el dinero del contrabandista.

Los hechos ocurrieron sobre las 10.30 de la mañana, a plena luz del día, según el escrito de acusación elaborado por la Fiscalía. M.S.M. y R.J.R., delincuentes habituales afincados en la zona de Zamora y Salamanca, acudieron al chalé de Dorgambide junto a una tercera persona que no pudo ser identificada ataviados con uniformes del Instituto Armado. Con la excusa de que traían una citación para la hija del narco accedieron a la finca y empujaron a la esposa de "El Panadero" al interior de la casa, donde se hallaba la empleada del hogar. Ambas fueron maniatadas y trasladadas al garaje, añade el Ministerio Público.

Acto seguido las obligaron a entrar en uno de los vehículos de gama alta de la familia, les pusieron sendos pasamontañas y les trasladaron a una nave industrial abandonada de Vilagarcía.

Una vez allí las ataron a una columna y comenzaron a exigirles que les dijesen dónde estaba el dinero, bajo amenazas de muerte. Uno de ellos encañonó con una pistola a la esposa de Dorgambide y, mostrándole unas fotografías de su hija, le dijo que la iba a descuartizar. Posteriormente tomó un cuchillo, le estiró la mano y le dijo: "¿por qué dedo quieres que empiece a cortar?"

De ese modo obtuvieron la información deseada para volver a la casa, que abandonaron tras picar el suelo del garaje y llevarse un botín que la víctima cifró en 3.000 euros, joyas aparte. La Policía piensa que en esa vivienda había mucho más dinero. No en vano, "El Panadero" era una de las personas que manejaba el dinero de la organización del hijastro de Laureano Oubiña que, hasta 2006, era una de las más poderosas en la ría de Arousa.

Sobre las 17.00 horas, los presuntos captores regresaron a la nave para recoger a las dos mujeres y, sin hacerles daño aunque sin dejar de apuntarles con una pistola, las llevaron de vuelta a su domicilio. "Tenemos amigos en la Guardia Civil y vamos a saber lo que declaráis", amenazaron, instantes antes de irse.

Los tres presuntos sicarios, dos de los cuales comparecerán esta semana en la ciudad del Lérez, se fueron del lugar a bordo de los Audi A-6 y A-8 pertenecientes a la familia asaltada. El primero apareció completamente calcinado en una carretera del término municipal de Meis. Le plantaron fuego para eliminar cualquier rastro. El segundo lo dejaron frente a un conocido concesionario de la recta de Rubiáns, a la entrada de Vilagarcía.

Dorgambide Casais supo de todo esto desde la prisión en la que se hallaba recluido después de intentar esquivar la cárcel de un modo similar al que había empleado su compañera Tania Varela. Fue interceptado en junio de 2012 en León, en el marco de un operativo conjunto entre los especialistas antidroga del Greco Galicia y agentes de la Comisaría de la capital castellana. Portaba una identidad falsificada a nombre de un súbdito portugués con el objetivo de pasar desapercibido e incluso sortear controles aduaneros entre diferentes países.

Las penas El fiscal pide 13 años de cárcel
El Ministerio Fiscal no puede acreditar, al menos a priori, que los hechos sucedidos en la vivienda de Dorgambide estén relacionados con el narcotráfico. Por ello, las penas que pide para los procesados, de doce años y nueve meses y trece años, subyacen de los presuntos delitos de detención ilegal, robo violento y daños.