ACTUALIDAD SANITARIA

"La delgadez se sigue asociando a virtudes positivas, como la belleza o la inteligencia"

Alfonso Casas, jefe del servicio de Psiquiatría, nos cuenta como el ideal de belleza instaurado en la sociedad provoca eses trastornos del peso en los adolescentes
El galeno Alfonso Casas, durante la entrevista. DP
photo_camera El galeno Alfonso Casas, durante la entrevista. DP

Advierte que la incidencia de los trastornos alimentarios ha crecido en los últimos años en los países desarrollados. ¿Está cuantificado este ascenso? 

No disponemos de datos concretos, pero está comprobado que la incidencia ha subido. Ahora hay mayor preocupación sobre este tema y se cuidan más esos aspectos. Por ejemplo, se ha plantado batalla a las modelos anoréxicas y se han adoptado otras medidas, pero la delgadez se sigue asociando a virtudes positivas, como la belleza o incluso la inteligencia. Un estudio reciente concluía que solo un 10% de las personas que salen en los anuncios de televisión tienen un físico estándar. Con el tabaco pasaba lo mismo. Cuando empezaron los primeros anuncios del tabaco se asociaba a la libertad y al bienestar, solo hay que recordar el famoso spot del vaquero de Marlboro. La delgadez y la belleza han calado en el mundo de la publicidad para vender productos que se quieren asociar con el bienestar. Y todos esos mensajes han ido entrando en todas las casas a través de los medios de comunicación.

 A principios del siglo XIX no había televisión y no pasaba esto. ¿Entonces no se registraban casos de anorexia o bulimia? 

Sí, los había, pero no en las proporciones que fueron adquiriendo a partir del último cuarto del siglo XX, a partir de que empieza a funcionar la televisión y se popularizan las revistas. 

Si las revistas aumentaron los casos, ¿las redes sociales los han multiplicado? 

Efectivamente. Es una última vuelta de tuerca que ha multiplicado los casos. Sin embargo, también es cierto que hay mayor sensibilidad y se recurre a modelos más reales, por lo que es posible que esta visión termine calando y dé lugar a la promoción de un modelo de belleza no tan estereotipado. Puede terminar contrarrestando parcialmente lo que ha ido germinando en todos los años anteriores. La dieta saludable está en boga. 

¿Hay ya trastornos alimentarios por la obsesión por comer excesivamente sano? 

Sí, claro. Salvo la muerte nada es permanente. Lo vemos, por ejemplo, con las personas con contenidos delirantes. A principios de siglo había personas que se creían Napoleón y ahora los delirios tienen contenidos tecnológicos, colocación de chips... Con la alimentación pasa lo mismo. Han surgido conceptos como la vigorexia (obsesión de conseguir un cuerpo musculoso) y todas estas variantes dietéticas, que en algunos casos pueden ser razonables, pero que en muchos otros pueden ser vía de entrada para conductas con más riesgo.  

¿Pero se están tratando casos de personas obsesionadas con la comida ‘healthy’? 

Seguro que sí. 

"Las personas que sufren una pérdida de peso importante son propensas a desarrollar un cuadro depresivo"

Todos los casos de trastornos de conducta alimentaria se derivan al servicio de Psiquiatría? 

No, solo los graves. De hecho, muchos de los que conforman ese 10% de casos preanoréxicos que no cumplen criterios (para acceder a Psiquiatría) se escapan de la red sanitaria. Y luego hay una parte importante que se mantienen en el ámbito privado, porque son menos graves, por preferencias personales o porque en el ámbito privado hay más dificultades para un acogimiento continuado y frecuente, porque los servicios están muy saturados. 

¿Qué porcentaje se cura? 

Hay un porcentaje muy alto que se cura, porque todas esas personas que tienen conductas preanoréxicas suelen resolver la situación. Dentro del 1% de clara caracterización de patología anoréxica, el tanto por ciento de cronificación es muy alto, más de tres de cada cuatro mantiene cronicidad, aunque no tienen que mantener gravedad. 

¿Qué índice de mortalidad presenta la anorexia? 

Entre un 4% y un 5%. Depende de las causas de fallecimiento que se quieran imputar. Las dos principales son la muerte por inanición, normalmente por complicaciones cardiovasculares o electrolíticas, y el suicidio, que implica un porcentaje alto de riesgo de fallecimiento en las personas con conductas anoréxicas. Luego hay otras consecuencias derivadas, como el fracaso en los estudios o la depresión. Las personas que sufren una pérdida de peso importante es fácil que desarrollen un cuadro depresivo de causa variada, por factores hormonales, por alteraciones del metabolismo o por creciente conflicto con el entorno. 

¿Cómo se tratan este tipo de  trastornos? 

Dependiendo de la gravedad, de una manera diferente. Cuando hay una pérdida de peso muy acelerada, ausencia de colaboración, un cuadro depresivo grave o la posibilidad de una conducta suicida, normalmente se procede a la hospitalización. 

Prolongada 

Sí. Normalmente estamos hablando de meses.

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