La demanda de repartidores a domicilio se dispara e impulsa nuevas empresas

La iniciativa local CayLu apuesta por el delivery con mejores condiciones para riders y restaurantes y se asienta en Pontevedra en un mes
Marcos Crespo y un compañero, con sus motos de CayLu
photo_camera Marcos Crespo y un compañero, con sus motos de CayLu. GONZALO GARCÍA

Llegó hace ya unos años y la crisis de la covid-19 ha provocado un crecimiento amplio y rápido de las entregas de comida a domicilio. El delivery (entrega en inglés) se asienta en la ciudad con el cierre de la hostelería, lo que provoca el colapso de algunas de las grandes plataformas, como Uber Eats, en los fines de semana, la mayor demanda de repartidores y, al mismo tiempo, el impulso a nuevas empresas de carácter local que buscan su nicho de mercado desbancando a grandes multinacionales.

El sector de las entregas a domicilio estaba hasta ahora controlado en la ciudad por plataformas como Uber Eats, Glovo o Just Eat. Las condiciones de trabajo de los riders o motoristas encargados del reparto preocupa a sindicatos ya que, en su mayoría, se trata de autónomos cuyas condiciones laborales dejan mucho que desear. En este contexto, en plena crisis por la pandemia de covid-19 surge en O Grove CayLu, una iniciativa local para el reparto de comida a domicilio. "Tenemos una idea diferente del delivery, tiene que ser un servicio que nos beneficie a todos, tanto a nosotros, como a nuestros trabajadores como a los restaurantes que nos contratan", explica Beatriz Castro, propietaria de CayLu junto a su marido, Antonio Luaña.

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Ambos tienen un hotel que han tenido que cerrar por la falta de actividad y buscaron en el delivery una salida al oscuro túnel en el que se encuentra la hostelería. "Ya teníamos una empresa de gestión de pisos turísticos en la que ofrecíamos el servicio de entrega de comida a domicilio y, durante el confinamiento, tuvimos la idea de ampliarlo", cuenta.

Así, CayLu comenzó a funcionar en O Grove y Sanxenxo en el pasado mes de julio. En octubre llegó a Pontevedra y hace solo una semana abrió una franquicia en Vilagarcía. "Nos han llamado de otras zonas de Galicia para abrir franquicias, pero de momento queremos ir poco a poco y hacer las cosas bien", cuenta Castro. A día de hoy, la empresa cuenta con unos 30 trabajadores entre informáticos que dan forma a la web, personal de oficina y repartidores. Solo en Pontevedra, la empresa cuenta con ocho riders que realizan el trabajo de entrega de pedidos. "Nosotros les damos motos eléctricas y los tenemos contratados, no son falsos autónomos. Con eso somos escrupulosos porque ellos son nuestra imagen ante las empresas, queremos que trabajen en buenas condiciones", cuenta Beatriz.

CayLu surgió en el mes de julio y en este tiempo ya se ha asentado en cuatro municipios y cuenta con una treintena de trabajadores

Lo corrobora Marcos Crespo, que hasta el pasado viernes trabajaba para Uber Eats, pero acaba de ser contratado por CayLu. "No tiene nada que ver, en Uber tenía que pagar la cuota de autónomo y poner yo el vehículo, aquí tenemos moto, contrato, mejor horario y, lo más importante, el trato cercano de los responsables de la empresa, todo lo contrario a las grandes plataformas", cuenta Crespo.

El cambio a propuestas locales y más cercanas no solo convence a riders, sino también a empresarios de la hostelería. "Nosotros estamos haciendo el trámite para dejar Uber Eats y pasarnos a CayLu mientras no diseñamos nuestro propio sistema de reparto, con pasarela de pago en la web y demás", explicaba este martes el propietario de Sidrería Montañés. De este modo, la demanda de pedidos durante el fin de semana puede alcanzar la treintena, tanto el sábado como el domingo. "Durante la semana depende del día, es una lotería", apunta. Así, aunque las entregas a domicilio durante la pandemia sean una vía de ingresos para tratar de mantenerse a flote, asegura que plataformas como Uber Eats cobran comisiones abusivas. De este modo, el gigante del delivery se queda con el 30% de cada cuenta, además de tener que pagar una cuota inicial para inscribirse en ella.

Del mismo modo, algunos de los hosteleros inscritos en Uber Eats critican que la plataforma prioriza entregas de establecimientos de comida rápida donde salen más pedidos y de forma más frecuente, descuidando otro tipo de restaurantes con menos entregas. "Este fin de semana vinieron por aquí clientes a recoger comida porque no podían realizar la reserva a través de la aplicación", denunciaba este martes el responsable de Sidrería Montañés, que critica los precios abusivos de la multinacional y el escaso soporte técnico que ofrece a los restaurantes.

Take away. Dos estrellas Michelin en el menú
La llegada de CayLu a Pontevedra fue de la mano de Pepe Vieira y el restaurante La Ultramar. "Teníamos miedo de implantarnos en la ciudad porque ya había otras plataformas", confiesa Beatriz Castro, "pero Pepe Vieira nos convenció, quería contar con servicio a domicilio y nos lo confió a nosotros", explica.

En este sentido, señala que la empresa cuida especialmente cómo llegan los productos a las casas, garantizando su calidad. "No creo que haya muchas plataformas como la nuestra que cuenten con dos estrellas Michelin, nosotros tenemos esa suerte porque servimos comida de Pepe Vieira y de Pepe Solla", cuenta Castro.

Más que comida rápida
El concepto de delivery que quiere renovar CayLu apuesta por platos de calidad, más allá de la comida rápida. "Queremos que la gente que quiera comer bien sepa que también se lo podemos llevar a casa sin que eso esté reñido con la calidad", cuentan.

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