Denuncian un "ataque masivo" al marisqueo en la ría de Pontevedra

La unión de los furtivos y de la almeja ilegal procedente de Portugal pone en jaque a 300 familias ►El mercado está saturado por vías alternativas y los precios se hunden en las lonjas

Un grupo de mariscadoras y mariscadores de a pie en la zona de Combarro. CRISTIAN FERNÁNDEZ
photo_camera Un grupo de mariscadoras y mariscadores de a pie en la zona de Combarro. CRISTIAN FERNÁNDEZ

Las personas que se dedican a la extracción de marisco a pie en la ría de Pontevedra han dicho basta. Tras varias semanas de presencia constante de furtivos, unidas a la ya conocida presencia de almeja ilegal procedente de Portugal, lanzan un SOS ante lo que consideran un "ataque masivo al marisqueo" que está poniendo en jaque el modo de vida de cientos de familias del entorno de la capital provincial.

"Los principales problemas los estamos teniendo en la zona de A Pinela, en Combarro, pero ocurre en todas partes". Ángela García Torres, presidenta de los mariscadores de a pie de la Cofradía pontevedresa de San Telmo, asegura que la almeja está llegando al mercado "a precios bajísimos, menos de la mitad de lo que suele ser habitual en esta época del año. Si normalmente vendemos a diez o a doce, ahora están a cinco euros el kilo".

La cofradía ha tenido que aumentar el número de vigilantes en la zona, lo que tampoco está dando resultados

LAS CAUSAS. Sobre las causas, la portavoz de los afectados lo tiene claro. "Los furtivos, que venden en depuradoras, en bares, en casas, en todas partes. Además, también tenemos el problema de la almeja foránea, que, como sabéis, viene de Portugal. Es cierto que se incauta una parte, pero no toda, y todo esto tira los precios por los suelos".

MÁS VIGILANTES. La cofradía ha tenido que aumentar el número de vigilantes en la zona, lo que tampoco está dando resultados. "Antes teníamos a cuatro y ahora son seis, pero ellos mismos tienen miedo. Los furtivos son cada vez más violentos"·, explica García Torres, que pide "ayuda" a las administraciones, "medios para luchar contra esto, porque nosotros ya no podemos hacer más".

"Nuestro último recurso es iniciar vigilancias nocturnas, pero tememos los posibles enfrentamientos con los furtivos", añade la presidenta del colectivo.

Sobre los posibles responsables, explica que "a muchos de ellos ya les conocen (los vigilantes). Son personas que no tienen nada, insolventes. Ahora se les han unido otras bandas, algunos de ellos de nacionalidad extranjera, más violentas".

García Torres asegura que "La Guardia Civil y la Policía Local saben que tenemos este problema. Necesitamos más apoyo porque es nuestro único modo de vida".

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