Denuncian insultos y vejaciones a una empleada de la estación de tren

Un viajero cargó contra la trabajadora después de perder el tren a causa de las colas ▶ Los sindicatos mantienen la convocatoria de huelga ante la gran reducción de plantilla

El lugar de los hechos. DP - Estación de tren de Pontevedra
photo_camera El lugar de los hechos. DP

Los recortes de personal denunciados por los sindicatos en las estaciones de Renfe de toda Galicia se tradujeron en una amenaza de huelga que dejaría sin servicio a unos 4.500 usuarios. Sin embargo, la situación ha dado una vuelta de tuerca y ha desembocado en una denuncia ante la Policía Nacional de Pontevedra después de un grave altercado que tuvo lugar este jueves en la estación de la Boa Vila, que acabó con una empleada y un viajero identificados después de que éste último perdiese los papeles cargando contra ella después de perder el tren.

Los hechos se produjeron sobre las 12.15 horas del jueves. Según el relato de la denunciante, en un momento dado informó de que uno de los trenes iba a partir antes de la hora prevista, por lo que avisó a viva voz a los allí presentes por si alguno necesitaba sacar su billete con urgencia. Ante la ausencia de respuesta por parte de nadie, según su testimonio ante la Policía, la trabajadora continuó con su trabajo despachando a los clientes que hacían cola en su ventanilla.

En un momento dado un varón de complexión fuerte, según los testigos, se dirigió a la empleada con insultos y amenazas, tales como "hijos de puta, no estáis acostumbrados a trabajar". Al parecer, este individuo había perdido el tren al no poder sacar el billete a tiempo, lo que le llevó a montar en cólera con los empleados. Tras pedir la hoja de reclamaciones y romperla, el individuo, que fue instado a tomar el siguiente convoy, comenzó a grabar en vídeo y a hacer fotos a la empleada, que se vio obligada, según su propio testimonio, a llamar a la Policía Nacional.

Los agentes resumieron que el hombre que provocó el incidente había perdido el tren debido a las colas pero acabó por irse del lugar sin más complicaciones.

El sindicato UGT explicó que la del jueves fue la tercera ocasión en que fue necesaria la presencia policial en la estación pontevedresa. "Muchas veces la frustración de los viajeros ha generado insultos, vejaciones e incluso agresiones", señala el colectivo, que ruega "comprensión a los usuarios" y extiende el problema a toda la provincia.

La amenaza de paro se hará efectiva, si no se produce un acuerdo con anterioridad, a partir del 29 de junio, y afectaría a fechas clave como el 24 y el 25 de julio. La empresa Renfe señala que tiene una plantilla suficiente y mantiene su apuesta por otras vías para adquirir los billetes, como la web o las máquinas de autoventa, para evitar problemas.

Los hechos ocurridos este jueves en la estación tuvieron su precedente hace aproximadamente seis meses, cuando otra empleada pagó los platos rotos ante el nerviosismo de una mujer que podía perder el tren.

"Los trabajadores no podemos pagar los platos rotos", explicó Carlos Díaz, portavoz de UGT en Renfe, que añadió que la estación de Pontevedra es un lugar de especial incidencia de la escasez de personal, "donde por las tardes hay solo una persona y apenas puede ir al baño y atender un imprevisto, porque a la vuelta ya tiene la cola en la ventanilla y le llaman de todo menos bonita".

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