Desmantelan un grupo de narcotraficantes gallegos que escondía cocaína en diversos barcos de lujo

Asociados con vascos, madrileños, canarios y caribeños, introducían la mercancía en bombonas y en baterías. El Greco pontevedrés dirigió las pesquisas que este viernes detuvieron a 13 personas y requisaron dos barcos, armas y dinero
El alijo incautado en altamar, en las proximidades de las islas Azores, y el sistema de ocultamiento
photo_camera El alijo incautado en altamar, en las proximidades de las islas Azores, y el sistema de ocultamiento

Un total de 13 detenidos en distintos puntos de España y las Islas Canarias, 16 registros domiciliarios y la incautación de dos embarcaciones equipadas para pasar largas temporadas sin repostar en altamar, es el resultado del despliegue policial que este viernes desmanteló uno de los grandes grupos gallegos de narcotráfico que utilizaban barcos para ocultar cocaína.

La operación, dirigida por el Greco pontevedrés, la Udyco coruñesa y la Eco canaria, requisó también varias armas cortas, largas y semiautomáticas, munición, dinero en efectivo y vehículos de gama alta.

El empleo de veleros es tan antiguo como el propio negocio del narcotráfico entre Sudamérica y Europa. Las embarcaciones de recreo son ideales para pasar desapercibidas entre el resto del tráfico marítimo, por lo que siguen siendo una de las opciones preferidas por las organizaciones criminales de las Rías Baixas para introducir grandes partidas de cocaína en Galicia.

El Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco) de la Comisaría de Pontevedra llevaba meses siguiendo la pista a un grupo de individuos sin contacto aparente con los clanes que dominan el negocio en O Salnés. Afincados en la cara Norte de la ría de Arousa, en octubre de 2014, los agentes dependientes de la Udyco central tuvieron constancia de que la citada célula tenía como objetivo la introducción de importantes cantidades de cocaína por vía marítima, empleando para su ocultación las citadas embarcaciones recreativas. Tirando del hilo, los agentes supieron que los presuntos narcos de las Rías Baixas habían establecido contacto con personas afincadas en las Islas Canarias, el País Vasco y Madrid, además de otras al otro lado del Atlántico, en Cuba, Granada o Martinica.

Tras meses de pesquisas, los investigadores constataron que los cabecillas del grupo criminal, afincados en Canarias, echaban mano de las embarcaciones que aportaban los gallegos y, tras viajar a Sudamérica para cerrar los tratos con los colombianos, organizaban varios viajes trasatlánticos cada año. Los veleros cargaban la cocaína en el mar Caribe, lo que hizo necesaria la cooperación internacional para desmantelar la organización criminal.

Así, el Greco de Pontevedra contó con el apoyo de Aduanas de Francia, la RST de Holanda, la Dirección Antinarcóticos de Colombia y la oficina de enlace dependiente del CITCO del Ministerio del Interior. Además, en distintas fases del operativo participó la Udyco de A Coruña, el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil de las Islas Canarias y unidades especializadas del CNP y del Instituto Armado, que participaron en el abordaje.

La fase central del operativo, coordinado por el Juzgado de Ribeira, se desarrolló en diciembre de 2015, cuando, a unas 1.000 millas al Sur de las islas Azores (un enclave habitual para los transbordos de cocaína en altamar), miembros del GEO de la Policía Nacional asaltaron una de las embarcaciones atribuidas al grupo criminal investigado. A bordo del Buque Oceánico Río Miño de la Guardia Civil, los agentes asaltaron el velero y encontraron bombonas de gas y baterías eléctricas de una apariencia normal. Haciendo uso de cinceles y sierras radiales, los agentes abrieron las bombonas, que ocultaban numerosos fardos de cocaína (en total, 115 kilos).

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