Bien por despiste, bien por rutina o bien por picaresca, cada día son decenas los conductores que acceden por dirección prohibida por Raíña Vitoria desde Campolongo.
Pese a que hace más de medio año que gran parte de la avenida fue declarada peatonal, vecinos y comerciantes del tramo que aún conserva tráfico rodado (entre la Audiencia y el Sánchez Cantón) se encuentran con infracciones constantes que, a veces, provocan un pequeño caos. "La gente sigue de frente sin ver la señal de prohibido y al llegar a los pivotes se da cuenta de que ya no puede continuar. Al querer dar la vuelta se encuentran con el tráfico que sube desde Palamios y se monta el follón", explican.
Según afirman, las incidencias no solo las provocan particulares "sino también vehículos de reparto, que ya deberían saber que todo esto ha cambiado".
La Policía Local realiza controles periódicos en la zona y no duda en sancionar a los infractores: 100 euros que, en el peor de los casos, pueden llegar a los 500 euros y la retirada de seis puntos del carné.
