Los problemas ocasionados por el ganado mostrenco en Santa María de Xeve se eternizan. Caballos y vacas sueltas vienen ocasionando desde hace 14 años destrozos en los cultivos de propiedades particulares y en las plantaciones que efectúa la Comunidade de Montes de la parroquia.
Los daños ocasionados por los animales ha llevado a los afectados a acudir a la vía judicial. Serán los tribunales quienes tendrán que dirimir un conflicto que tiene a una asociación de ganaderos de Moraña en el ojo del huracán porque, supuestamente, es la propietaria de los caballos y vacas que arrasan los cultivos de Santa María de Xeve.
Durante más de una década la junta rectora de los comuneros envió escritos a la Xunta de Galicia en los que le informaba de los perjuicios que estaba ocasionando el ganado tanto en las repoblaciones forestales (realizadas en el marco del plan Monte Vivo impulsado por el Concello) como en las huertas y pastos particulares, además de solicitar que adoptase las medidas oportunas para poner fin al problema cuyo coste, según la entidad parroquial, supera los 300.000 euros (la mitad del importe calculado para todo el rural).
La presunta inacción de la Administración autonómica para atajar los destrozos ocasionados en los pastizales y en los labradíos llevó a la Comunidade de Montes a dejar la resolución de la situación en manos de la justicia. Los tribunales deberán pronunciarse en base a las reiteradas denuncias presentadas por los damnificados ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) junto a fotografías de algunos de los animales que lograron capturar en diferentes ocasiones y que en la mayoría de los casos llevaban crotal (base que se coloca en la oreja y sobre la que se anota el número de referencia de la cría recién nacida para su identificación regristral).
La Mancomunidade de Montes de Pontevedra y la asociación Monte Acibal de Moraña habían retomado en febrero de 2014 las negociaciones que iniciaran en 2013 con colectivos de ganaderos con la intención de dar con la fórmula que permitiera evitar los daños ocasionados en las plantaciones forestales por las animales sueltos. Este intento de acercamiento resultó infructuoso.
Por su parte el Concello consideraba que la solución perfecta para el control de las reses pasaba por delimitar zonas de pastoreo en los montes del municipio. La propuesta quedó en el limbo.
Verducido se ha librado del problema del ganado mostrenco hace "un par de años", según indica el presidente de la Comunidade de Montes, Marcos Rey, al mismo tiempo que lamenta que el plan para acotar terrenos de pasto entre esta parroquia con la de Santa María de Xeve y el municipio de Moraña no hubiera prosperado para evitar que surgieran problemas como los que se registraron en marzo de 2012 cuando una manada de vacas mostrencas (compuesta por 32 ejemplares) puso en jaque a una docena de vecinos de Verducido. Los animales irrumpieron en la carretera PO-224 durante cinco horas, poniendo en peligro la seguridad vial, hasta que finalmente pudieron ser devueltas al monte.
El damnificado también informa de que varios propietarios se han organizado recientemente para tratar esta cuestión con un abogado.
