Los directivos de la Asociación de Padres de Alumnos del colegio Marcos da Portela, en Monte Porreiro, están desesperados. Por tercera vez en un año han sufrido la visita de los cacos, la última el pasado día 21, cuando volvieron a desvalijar el local anexo al centro que utilizan para almacenar sus enseres.
Raquel Amoedo, secretaria del colectivo, recuerda que el primer asalto lo sufrieron en octubre de 2017 "y se llevaron varios paquetes de chucherías, 60 euros en metálico y una cámara de vídeo estropeada. Lo peor fueron los destrozos que causaron".
Apenas un mes después, los delincuentes repitieron. "Ahí ya nos llevaron un ordenador portátil y 700 euros que teníamos de las rifas vendidas durante la fiesta de Samaín", apunta.
Algo similar ocurrió hace una semana, pues el botín volvió a ser la recaudación de la fiesta navideña celebrada solo unos días antes en el colegio, "precisamente para compensar las pérdidas del robo anterior".
La secretaria del Anpa explica que se había sorteado una cesta navideña "que también se la llevaron, junto con el dinero". Los afectados sospechan que detrás de estos robos está "alguien que sabe lo que tenemos allí y cuándo hay dinero, porque durante el año ya evitamos almacenar cosas de valor como precaución, y solo las llevamos en la víspera de ser usadas".
El local asaltado es una cesión del Concello y los directivos han solicitado en reiteradas ocasiones medidas de seguridad, "pero nos dicen que colocar una alarma o cámaras es demasiado caro, y que lo único que pueden hacer es poner barrotes en la ventana". Una medida ineficaz, por cuanto los ladrones acceden fácilmente al interior "con solo utilizar una pata de cabra y reventar la frágil puerta". El frágil pestillo interior tampoco ha resultado muy útil.
