Detectan un conductor drogado cada dos días en las calles de la Boa Vila

El acuerdo suscrito en enero de 2016 entre el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, y la jefa provincial de Tráfico, María Isabel Alonso de Linaje, ha servido para destapar un secreto a voces: el preocupante número de personas que conducen bajo los efectos de las sustancias estupefacientes por las calles de la Boa Vila. El incremento en el número de controles que llega de la mano del convenio (por el que la DGT aporta medios materiales) ha traído como consecuencia la multiplicación de los positivos: 166 casos detectados en 2016, tres veces más que en el ejercicio precedente. En comparación con años anteriores, el número de pruebas practicadas a través de los kits de drogas (los narcotest) ha crecido mucho. La Dirección General de Tráfico aportó 150 de estos kits, lo que permitió a los agentes municipales intensificar la vigilancia sobre este tipo de conductas en la carretera. En 2016, la Policía Local practicó 432 pruebas, con cerca de un 40 por ciento de positivos, unos números muy elevados en relación a los de 2015 (54 positivos en 88 controles) y 2014 (32 positivos en 49 controles).

COCAÍNA Y CANNABIS. Las sustancias preferidas por los conductores que se aventuran a ponerse al volante bajo la influencia de las drogas son la cocaína y el cannabis, según el informe de la Policía Local de Pontevedra. Los medios técnicos de los que disponen los agentes sirven para discriminar entre los seis tipos de psicotrópicos más consumidos en España y delatan a quienes conducen bajo los efectos de varias sustancias.

En cuanto a los datos, en 2016 fueron detectados 117 conductores con cannabis y sus derivados en su organismo, 82 con cocaína, 19 con opiáceos (heroína y sus derivados), 19 con anfetaminas y tres con metanfetaminas.

En relación con años anteriores, destaca el incremento de los positivos por cocaína (de 28 en 2015 a los citados 82 en 2016) y por cannabis (de 37 a 117).

PERFIL DEL INFRACTOR. El individuo que conduce por las calles de Pontevedra tras haberse drogado es mayoritariamente un varón (el 96 por ciento de los casos) de entre 25 y 34 años de edad (el 50 por ciento de los positivos). Destacan también las personas de entre 20 y 24 años y entre 35 y 39, acumulando 19 infractores cada uno de estos grupos de edad.

La conducción bajo los efectos de las sustancias estupefacientes se distingue de la alcoholemia en los días en los que se detectan preferentemente los positivos, pues en este caso se reparten de forma equilibrada durante toda la semana. Así, los martes y los miércoles hay tantos infractores como los viernes o los domingos, según desvela el informe de los servicios municipales.

LAS CONSECUENCIAS. La primera consecuencia que acarrea conducir drogado es una elevada multa, que en Pontevedra asciende a 1.000 euros, y que incluye la detracción de seis puntos en el permiso. Junto a ello, los mismos hechos incluyen la apertura de un proceso penal. En este caso, los infractores se exponen a posibles condenas de entre tres y seis meses de cárcel y a multas de seis a doce meses, trabajos en beneficio de la comunidad de hasta 90 días y a la privación del carné de conducir entre uno y cuatro años.

Los datos sobre los ciudadanos que condujeron bajo los efectos del alcohol en 2016 son similares a los de 2015. Los controles estáticos (efectuados de forma aleatoria) han crecido hasta alcanzar las 13.026 pruebas, con un 0,93 por ciento de positivos, una cifra que se mantiene dentro de los objetivos que fija al respecto la Unión Europea.

En dichas pruebas estáticas, la Policía Local detectó 99 positivos (22 de ellos con un nivel de alcohol superior a los 0,6 miligramos por litro de aire espirado, lo que constituye un delito penal).

En las pruebas dinámicas (realizadas en base a indicios o después de un accidente) se acumularon 102 positivos más.