Un detective privado caza a tres vecinos de Xeve que engañaron a una aseguradora

La Audiencia les condena a un año de cárcel después de urdir un plan para simular un accidente de tractor y cobrar la indemnización

Las investigaciones de un detective privado sirvieron para esclarecer un doble delito de estafa y falsedad en documento mercantil cometido por tres vecinos de la parroquia de Xeve, que se adueñaron de una indemnización de más de 23.000 euros por un accidente de tractor que nunca llegó a producirse.

El engaño se produjo en mayo de 2015, según detalla el juez en su sentencia. El día 16, al filo de la medianoche, uno de los ahora condenados acudió al Hospital de Montecelo por un traumatismo en la rodilla izquierda cuyo diagnóstico final fue una fractura de la meseta tibial con afectación intraarticular. En el parte médico figuraba que se produjo dicha lesión "mientras jugaba con un amigo" aquella tarde.

Sin embargo, el citado condenado y otros dos individuos tuvieron otra idea y, "con la intención de obtener un beneficio ilícito a costa de lo ajeno, idearon conjuntamente un plan para engañar a la compañía aseguradora y obtener indebidamente el pago de una cantidad como indemnización por la lesión".

Para ejecutar el citado plan, los investigados, tres días después del citado ingreso hospitalario, estamparon su firma en un parte amistoso de accidente (que resultó ser falso) que hizo creer a la compañía que el día 16 de mayo, sobre las 19 horas, en una pista de la parroquia de Xeve, el tractor de uno de ellos golpeó por alcance al hombre que había acudido a Montecelo en las jornadas precedentes.

El lesionado incluyó su número de cuenta tras el ofrecimiento de la aseguradora, obteniendo más de 23.000 euros de indemnización.

Poco después, la compañía encargó un informe al citado detective privado, que concluyó que "el accidente de tráfico que los acusados hicieron constar en el parte amistoso antes mencionado nunca existió, habiéndose causado un perjuicio económico a la aseguradora".

El primer indicio fue que ninguno de los familiares del lesionado indicó al hospital en los 15 días en los que permaneció ingresado que el motivo fuese un accidente de tráfico. Además, el juez no vio verosímil el testimonio de los procesados.

Sin embargo, el informe del detective privado, que declaró en el juicio y que logró acreditar la falsedad del accidente y del posterior parte, es para el magistrado "muy significativo" para acreditar lo sucedido.

La sentencia incluye dos penas de seis meses de cárcel para cada uno de los procesados (una por cada delito), multas de 1.080 euros y la devolución de los más de 23.000 euros al seguro.

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